Se llamaba Pablo. Poseía mirada de ángel.. y la tez morena, estaba bronceado también en los días pequeños del invierno.. Festejaba el santo el 29 de junio, junto a su primo Pedro, y eso le fascinaba… Quedaba tanto verano! Tantos días de luz y aventuras! Tantas cosas por vivir…
Lo hacían, como todos los años, en la finca de su tío. Era ganadero, y sus toros eran los que a Pablo le gustaría criar cuando creciera. Nobles, con bravura, y con embestida larga. Similar a la mexicana, Pablo veía corridas de México, le gustaban mucho Fermín Rivera y Diego Silveti.
Cuando fuera mayor, todavía tenía nueve años, a Pablo le podría gustar ser torero. Apoderado también le parecía interesante. O quizá médico o profesor de música… Faltaba tanto tiempo! De momento era la tarde de su santo, sentía el amor de los suyos… le habían hecho regalos…
Y a su celebraciòn iría ella! La mejor! Rocío!
Dedicado a Rocío, ánimo
A mis amigos ganaderos, apoderados y toreros
A Fermín Rivera y Diego Silveti
Dedicado a mi confidente y buen amigo Pablo
A Pablo y Pedro, por Hernansancho
A Pablo Aguado
A Pablo Castro
Y a mi niño Luis, con todo mi cariño
