Le encantaban las palabras. Era un mago de los más jòvenes, sencillo y puro. Y estaba aprendiendo a hacer magia, y también a hablar en español, era natural de otro lugar…
Se pasaba las horas pronunciando palabras, tenía una dicciòn estupenda. Decía “hola”, que le hechizaba, porque sonaba a frescura y a saludo cariñoso y lindo…
Pronunciaba “beso”, tan dulce como el amor, y “verso”, tan bonita como la música que acaricia los corazones, y “melocotòn”, que le parecía cálida y de tonos tierra, y “alba”, y “alma”…
También conocía “guitarra”, con sus erres tan sonoras, y “estrella”, que le hacía evocar noches de hoguera y cante, y “toro”… Toro era tradiciòn y respeto y verdad y valor y vida y…
Dedicado a los que aman el toreo
Y también a los que respetan el toreo
Dedicado a mi mago, hoy en Istres y el 24 en Algeciras
Y dedicado a mi niño Luis