Por Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com / @capetillocampos
Me imagino que el pueblo mexicano donde hay elecciones este año tan concurridas como es el caso de Yucatán, debe hasta soñar con los anuncios de los llamados precandidatos de los partidos en coalición, para alcanzar el triunfo en el primer domingo de julio de este año, para la Presidencia de la República y de los más de 3 mil cargos que estarán en competencia.
Los candidatos, desde el que hace 18 años que está en campaña y que durante estos 18 años vive en la comodidad de su hogar, de casa, supongo que en algún momento se van de luna de miel que en estos tiempos vale una lana, acondicionan lo que será su nidito de amor, en fin, esas cosas que los que estamos casados sabemos bien “cuanta leña lleva ese dulce” y por lo tanto ya debe rendir cuentas de los cientos de millones de pesos que ha recibido del gobierno a través de su partido político. Junto con el joven antiguo que se viste de colores de cualquier partido con el fin de recibir un aplauso, han puesto hasta el gorro al mexicano por todas sus mentiras, promesas y anexas, que día a día por televisión, radio, periódicos tradicionales y los medios modernos y las redes, le recetan al pueblo de México.
Quiere revolver el agua con el aceite y así quiere que le crean y se atreve ante la falta de programas y carecer de escrúpulos y argumentos ideológicos, hablar mal del partido en el gobierno. Como diría mi negra santa y preciosa: “estos partidos de oposición son la misma jeringa, lo único que cambian es el bitoque”
Y ante esto, reflexionare sobre algo que viene costando vidas en un número cada vez más mayor y es el aspecto de tránsito.
Creo que no hay ninguna duda de la sociedad, de que la actual responsabilidad de la seguridad pública en el Estado, está en muy buenas manos y la percepción ciudadana así lo percibe y los resultados así lo acreditan.
Es un formidable equipo comandado por una persona que sabe y que le gusta, una combinación que sin duda permite alcanzar los resultados de los que presumimos como Estado y que es uno de los razonamientos para que tantos y tantos mexicanos y extranjeros escojan a Yucatán para vivir.
Fue un paso importante el que sea obligatorio que se tenga un ejemplar del reglamento de tránsito en el vehículo, pero hay que leerlo, segundo: respetar su contenido.
Sin embargo, los accidentes, las muertes, los daños en los organismos de los motociclistas y ciclistas al igual que en sus propiedades, nos dice que no respetan el manual del buen conductor y en muchos casos no saben manejar y se comportan como dueños y señores de la calle.
El hecho de que se haya elaborado un reglamento especial para ellos, dándoles toda clase de protección y beneficios, no les autoriza a hacer lo que les dé la gana, transitar a velocidades inmoderadas, cambiar de carril sin la debida precaución, las entradas a las glorietas de todo tipo de vehículos, bicicletas, motocicletas, autos, camionetas y vehículos de transporte público es una odisea, simplemente no saben entrar a las glorietas y creo que ha llegado el momento para instalar semáforos en las glorietas y marcar los carriles alrededor de ellas y ser más severo con las sanciones. Muchas vidas están en juego. Y la autoridad correspondiente debe poner orden en las empresas de que en 30 minutos o 20 o los que sean, van a entregar su producto y si no lo hacen se los descuenta a los motociclistas. Esto es a costa de vidas y daños muchas veces irreparables de seres humanos
Y ya sé que, aunque hartos, todos quieren saber de política. Para la próxima.
Pero cuidar vidas es una política suprema.
Manejemos a la defensiva.
Te saludo cordialmente.
