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Para el sector construcción, la 4T ha sido más dañina que el Covid

Raul Monforte González
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Construyendo, por: Raúl Asís Monforte González. 

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Con frecuencia se revisan y analizan los resultados de
la actividad económica en la industria de la construcción en períodos muy
cortos de tiempo, al cierre de un mes con respecto al anterior, o de ese mes
con respecto al mismo mes del año anterior, pero este análisis podría resultar
estéril si no ampliamos el campo visual. Por su naturaleza, el sector
construcción presenta períodos de volatilidad a corto plazo, que difícilmente
nos reflejarán tendencias claras si no revisamos lo que está ocurriendo en el
mediano y el largo plazo.

Por ejemplo, las cifras más recientes publicadas por
el INEGI indican que el valor de la producción, calculado con base en la
Encuesta Nacional de Empresas Constructoras, alcanzó los $24,513.15 millones de
pesos el pasado mes de marzo de 2022, situándose un 5 por ciento por encima de
los $23,344.90 de marzo de 2021. Si nos quedamos ahí, pareciera que es un muy
buen crecimiento, sin embargo, si lo comparamos contra el mes de marzo de 2020,
mes en que inicia la pandemia de Covid-19 en México, que se registra un valor
de la producción de $26,115.22 millones de pesos, entonces tenemos que hay un
decrecimiento del 6.13 por ciento.

Desde esta perspectiva, entonces puede afirmarse que
aún nos falta un buen trecho para alcanzar los niveles prepandémicos, que es la
vara con la que muchos sectores se comparan.

Pero aún podemos ampliar bastante más la temporalidad
del análisis, y preguntarnos si regresar a los niveles prepandémicos es algo
bueno para la industria de la construcción o no, o qué significado tiene
alcanzar ese nivel y eso cómo impacta en la visión de futuro.

Entonces, si nos trasladamos casi una década atrás,
tenemos que en septiembre de 2012, el valor de la producción alcanzó los
$37,157.82 MDP, que comparado con la cifra de marzo pasado, representa una
brutal caída del 44 por ciento.

Y si consideramos que en enero de 2019, apenas un par
de meses después de que la 4T asumiera el poder, se registró un valor de
$31,792.01 y lo comparamos con marzo de 2020, mes en que inicia la pandemia,
tenemos una caída de -27.86 por ciento, es decir, en solamente 14 meses de
gobierno de la 4T, ese valor perdió dos tercios de lo que se perdió en total en
la última década, y sin haber iniciado la pandemia. Esto quiere decir que, para
la industria de la construcción, ha sido más dañino el gobierno actual, que el
Covid-19.

No hace falta ser un aspiracionista neoliberal fifí
graduado en Harvard para saber a ciencia cierta que el principal motor del
crecimiento es la inversión, y cuando ésta se destina a infraestructura
verdaderamente productiva, tiene un efecto multiplicador importante.

De modo que, está muy claro, que si no se invierte
fuerte y decididamente en cerrar la brecha de rezago en infraestructura que
tiene hoy México, será muy complicado e incierto el futuro de las empresas
constructoras de nuestro país, salvo para las pocas empresas consentidas del
régimen que hoy padecemos.

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Raúl Asís Monforte González.
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