Reflexiones
en voz alta, Por :Carlos Capetillo
Campos
Cuando uno ve a los nuevos funcionarios del gobierno federal, podría pensarse que son personas experimentadas, con conocimientos, con sentido común, pero cuando se les escucha y se aprecia el comportamiento del gobierno en su conjunto se ve que les falta, independiente de muchos requisitos, lo más importante que debe tener un funcionario de primer nivel de un gobierno del tamaño y de la importancia mundial como el de México. Son funcionarios demasiado pequeños para el tamaño de la responsabilidad que se les ha encargado.
A la vista, ninguno de ellos es capaz de contradecir al Presidente, de asesorarlo adecuadamente sobre los tantos y tan variados asuntos del país, de operar eficientemente las decisiones presidenciales, se limitan a actuar como comparsa. Sería mejor que los corrieran por defender sus puntos de vista, a que tarde o temprano los corran por no alcanzar las metas y objetivos que el Presidente ha comprometido con el pueblo de México, que le ha otorgado una confianza impresionante.
Eso de que todos los días el propio Presidente tenga que salir a los medios y fijar la agenda, no solo provoca un desgaste físico e intelectual al propio Presidente, sino que acredita que no le tiene la suficiente confianza a sus funcionarios para que ellos enfrenten sin su presencia, la del Presidente, a los medios.
En esas conferencias mañaneras, ha denunciado a ex funcionarios que cometieron daños graves al país, pero a la fecha no hay un solo consignado, ya no digo detenido de los que él ha mencionado. Y cuando sus funcionarios intervienen, solo ha servido para que surjan aclaraciones que pone en evidencia la superficialidad con que tratan el tema.
El Presidente dice que no mira al pasado, que él solo ve hacia adelante, pero sus villanos predilectos son los expresidentes, de Salinas de Gortari hasta Peña Nieto y no necesita hacer una consulta para que el pueblo decida enjuiciarlos o no, sería un clamor que se escucharía hasta Plutón, de que se les enjuicie, se les castigue severamente, se les quite todo lo que se llevaron y se les aplique un castigo social y penal.
Y ya llevamos 3 meses de ejercicio del poder pleno, absoluto, más 5 meses de haber ganado las elecciones a partir de las cuales el gobierno del Presidente Peña Nieto le dio toda clase de facilidades y de información sobre los asuntos del Estado, por lo que debían tener un conocimiento pleno cuando tomaron posesión, pero a la fecha, en el ejercicio de gobierno, están poniendo clavos en lugar de tornillos o a carpinteros que francamente no tienen ni idea de dónde van las tuercas, adoptando decisiones que le están costando al país en muchos sentidos.
Hay que aprovechar lo que el Presidente López Obrador dijo y está publicado tanto en Reforma como en Proceso, de que un consejo no se le niega a nadie, hay que aconsejarlo, pero por los que saben.
Hay muchos mexicanos que saben perfectamente qué hacer para que el país avance hacia la solución de los problemas y no se trata de enfrentar a los sectores sociales, estigmatizando a los fifís, a los machucones intelectuales y así sucesivamente.
Yo, solamente como mexicano en pleno goce de mis derechos, por lo pronto le doy un consejo: todos somos mexicanos y el gobierno por muy sácale punta que sea, necesita de la unidad de todos y de todos los sectores y organizaciones; deles su confianza a sus funcionarios, que asuman plenamente su responsabilidad, que informen directamente a la sociedad y cumplan puntualmente con la ley, si tienen evidencias de irregularidades o ilícitos, denuncien ante quien corresponda, porque el Presidente ha dicho que nadie por encima de la Ley y nada en contra de la Ley; que tienen pruebas de irregularidades que denuncien ante la Fiscalía para que proceda a fincar las responsabilidades del caso y se castigue a los responsables, pero no por eso cancelen un servicio tan útil como el de las estancias infantiles, y no deben olvidar que si tienen pruebas de las irregularidades y no las consignan se hacen cómplices.
En resumen, la esencia de mi consejo es que recuerde que es el Presidente de la República, de los 123 millones de mexicanos y no solo del 53 por ciento que votó por él, en sus 18 años de campaña demostró su perseverancia y su paso a la historia como es su deseo y lo muestra desde la imagen de su gobierno, puede ser para bien o para mal. Ya dio el primer paso hacia pasar en bien. El segundo será los resultados que como Presidente acredite para bien de México y de los mexicanos.
