Por: Marco Antonio Cortez.
El fenómeno meteorológico “Grace”, tormenta-huracán-tormenta-huracán, puso a prueba la cultura de la prevención en la Península, en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Estos fenómenos como me lo ha explicado cientos de veces el “gurú yucateco”, cuyo nombre citaré más adelante, se forman en la costa norte de África Occidental y con su famosa espiral atraviesan el océano hasta llegar al Mar Caribe-Golfo de México y escoger los litorales donde chocarán, ya sea con mayor o menor fuerza.
En la Península y en todo México ¿la Cultura de la Prevención se ha consolidado? Definitivamente sí, y Grace, es el ejemplo más reciente.
Ayer, platicando con el “gurú” de los pronósticos climatológicos, recordábamos los impactos de grandes huracanes como Gilberto, en 1988, que devastó las costas del litoral yucateco de manera brutal e irreversible.
Decíamos que nos enteramos por TV viendo al entonces noticiero 24 horas que conducía el extinto Jacobo Zabludovski y escuchamos dijo: “¡un enorme huracán se dirige a las costas de Yucatán!” …¿y, me pregunté?… bueno, al día siguiente cientos, por no decir miles de árboles tendidos en las calles y en las avenidas de la ciudad y en el interior del estado parecía que una plancha pasó sobre las tierras yucatecas.
Recuerdo era ya reportero (comencé en 1983) y fui al puerto de Progreso e increíblemente vi un enorme barco que fue literalmente sacado con furia a las arenas, a unos cuantos metros de las casas veraniegas. Recuerdo que, en la casa de mi suegro, en segunda fila, el agua llegó a los dos metros de altura y decenas de la que se ubicaban a la orilla del mar terminaron hechas escombros.
Años más tarde nos pegó Isidoro, fue en 2002, categoría 3, y también los efectos fueron negativos, pero ya teníamos los antecedentes de Gilberto y esto de alguna u otra forma ocasionó una cierta reacción de protección en la gente. Y fue este año, 2002 cuando comenzó de manera mucho más formal un programa para fomentar la cultura de la prevención en las temporadas de huracanes.
Además de los ámbitos federal, estatal y municipal, recuerdo muy bien, porque ahí trabajaba, que en la Universidad Autónoma de Yucatán se creó un observatorio meteorológico en 1997, con lo básico, y del cual se hizo cargo el “gurú” quien agarró las riendas y no las soltó, aún jubilado ya de la casa de estudios.
Cuando un servidor conducía los noticieros de Radio Universidad invitaba al “gurú” ya sea de manera presencial o telefónicamente, y así de manera gradual fuimos hablando, haciendo consciencia, y fomentando y la entonces joven cultura de la prevención.
“Oigan las noticias (decíamos al aire), prendan sus radios, compren velas, agua suficiente, alimentos enlatados, baterías para sus lámparas, en fin …mil cosas sobre el tema, ¡ah!… y amarren sus tinacos, sus tanques de gas butano, cierren sus llaves, etc., etc., etc.
El “gurú”, muy inteligente, se pegó a la Universidad Estatal de Colorado con la que UADY tenía convenio y ahí entabló amistad con el “Señor Gurú de los Gurús”: William Grey, que en paz descanse. Fue cuando comenzaron a venir especialistas en meteorología que no tan solo reforzaron los conocimientos del “gurú” local y de varios de sus colaboradores, sino que incluso a sus colaboradores e integrantes de dependencias públicas y privadas.
Murió el doctor William Grey, pero dejó amplio legado en su más cercano colaborador y alumno Philip Klotzbach quien hasta hoy colabora con el “gurú” y con la institución pública de educación superior del estado que, debo decir, al parecer no ha hecho nada más para fortalecer algo que es no importante sino fundamental para el monitoreo de los fenómenos climatológicos, aunque claro, hoy con las tecnologías y de información y comunicación, cualquier ser humano con un móvil en sus manos puede tener la información segundos después de generada.
Bueno, para concluir y antes de revelar el nombre del “gurú”, decirles que según este personaje “Grace” (el mismo que en este momento golpea con furia a los veracruzanos y cuyos efectos atravesarán el centro del país hasta llegar a las costas del pacífico), es algo así como un entrenamiento porque vienen los meses de septiembre y octubre que, históricamente, son los mayores generadores de huracanes, el 90 por ciento de ellos, en promedio, prefieren estos meses.
Bueno, ahora sí…el “gurú” es mi amigo Juan Vázquez Montalvo a quien me da gusto ver y escuchar en radio, TV, redes sociales, etc., un hombre humilde, profesional, entregado a su pasión, ingeniero de profesión, pero amante del comportamiento climático, labor que realiza las 24 horas del día y a quien la sociedad debería de apoyar con más equipos y herramientas para que nos siga manteniendo al tanto de lo que pasa en materia de fenómenos climatológicos.
Un abrazo y hasta la próxima.
Mi cariño y aprecio.
