En un partido que reafirma la fortaleza de los Philadelphia Eagles, el equipo de Jalen Hurts logró una contundente victoria sobre los Pittsburgh Steelers con un marcador final de 27-13. Este duelo no solo mostró la superioridad táctica y física de los Eagles, sino también la evolución de su ofensiva y una defensa que supo frenar a los Steelers en momentos clave.
El mariscal de campo Jalen Hurts fue la figura del encuentro, demostrando por qué sigue siendo uno de los jugadores más completos de la NFL. Hurts completó 25 de 32 pases para 290 yardas y dos touchdowns, además de sumar 45 yardas por tierra en 15 acarreos. Su conexión con A.J. Brown y DeVonta Smith fue letal, especialmente en jugadas explosivas que desmantelaron a la defensa de Pittsburgh.
Brown fue una auténtica pesadilla para la secundaria de los Steelers, acumulando 110 yardas en 8 recepciones, incluyendo dos touchdowns espectaculares, uno de ellos un pase profundo de 42 yardas en el segundo cuarto. Por su parte, Smith también brilló con 109 yardas y un touchdown, mostrando su habilidad para generar separación y ser una opción confiable en situaciones críticas.
La defensa de los Eagles no se quedó atrás, logrando frenar al mariscal de campo de los Steelers, Russell Wilson, quien tuvo una noche complicada al completar 14 de 22 pases para 128 yardas y un touchdown. La presión constante de la línea defensiva liderada por Haason Reddick y Fletcher Cox limitó el tiempo y las opciones de Wilson, quien fue capturado en dos ocasiones y constantemente forzado a lanzar pases apresurados.
El juego terrestre de los Steelers, que había sido una de sus fortalezas en semanas anteriores, fue prácticamente inexistente. Najee Harris solo logró 14 yardas en 6 acarreos, mientras que Jaylen Warren aportó 12 yardas adicionales. Sin un ataque balanceado, los Steelers se vieron obligados a depender de Pickett, quien no pudo sostener el ritmo impuesto por los Eagles.
Los puntos clave del partido incluyeron un comienzo arrollador por parte de Philadelphia, que anotó touchdowns en sus primeras dos posesiones. Una jugada destacada fue una intercepción crucial de Darius Slay en el tercer cuarto, que los Eagles capitalizaron con un pase de touchdown de Hurts a Brown. Además, el equipo local mostró una ejecución casi perfecta en la zona roja, convirtiendo 4 de 5 oportunidades en anotaciones.
En el último cuarto, con el marcador ya decidido, los Steelers lograron anotar un touchdown en un pase corto de Pickett a Pat Freiermuth, pero fue demasiado tarde para montar una remontada. La defensa de Philadelphia aseguró el triunfo al forzar un balón suelto en la última posesión de Pittsburgh.
Con esta victoria, los Eagles consolidan su posición como uno de los equipos más dominantes de la liga, mejorando su récord a 12-2 y asegurando una ventaja clave en la NFC. Los Steelers, ahora con un registro de 10-4, enfrentan un panorama complicado en su lucha por un lugar en los playoffs.
El entrenador de los Eagles, Nick Sirianni, elogió el desempeño completo del equipo: “Hoy mostramos lo que somos capaces de hacer cuando estamos sincronizados. Tanto la ofensiva como la defensa ejecutaron a un nivel altísimo. Estoy orgulloso de cómo respondimos en cada faceta del juego”.
Este triunfo no solo refuerza la confianza de Philadelphia de cara a la recta final de la temporada, sino que también manda un mensaje claro al resto de la NFL: los Eagles están listos para pelear por todo.