El Coliseo de Roma, testigo de algunas de las batallas más emblemáticas de la historia, está nuevamente en el centro de un conflicto. Sin embargo, esta vez no se trata de gladiadores luchando entre sí, sino de un enfrentamiento moderno sobre el uso de este icónico monumento. En una inusual colaboración, Airbnb ha firmado un acuerdo con el Parque Arqueológico del Coliseo para ofrecer a 16 turistas la oportunidad de participar en una “batalla de gladiadores” como parte de la promoción de la película Gladiator II, dirigida por Ridley Scott. Esta experiencia, valorada en 1,5 millones de dólares, permitirá a los participantes vestirse con armaduras y vivir una simulación de lucha en el famoso anfiteatro, evocando las épicas batallas de la antigua Roma.
La propuesta ha generado una fuerte controversia. Massimiliano Smeriglio, concejal de Cultura de Roma, ha pedido a Airbnb que retire la promoción, calificándola de un “insulto” a la dignidad histórica del Coliseo. En su opinión, no se trata de la relación público-privada o el deseo de promover la conservación, sino de evitar el uso degradante de un monumento único en el mundo. Otros críticos, como Erica Battaglia, presidenta de la Comisión de Cultura de Roma, han advertido que el Coliseo no debe convertirse en un parque de atracciones. La ciudad, que ya enfrenta desafíos por el turismo masivo, teme que esta iniciativa reduzca el valor simbólico del lugar, transformándolo en un escenario de “bromas” para unos pocos.
El Parque Arqueológico del Coliseo ha defendido el acuerdo, asegurando que el evento se llevará a cabo fuera del horario de apertura y no interferirá con las visitas regulares. Según sus autoridades, la experiencia tiene como objetivo “mejorar el patrimonio histórico y cultural” mediante actividades de inmersión basadas en una rigurosa investigación histórica. Además, los 1,5 millones de dólares generados por la promoción se destinarán a la conservación del monumento.
La polémica ha atraído opiniones divididas en Italia. Mientras que algunos políticos, como Federico Mollicone, del partido Hermanos de Italia, defienden la colaboración público-privada como una forma innovadora de acercar la cultura a más personas, otros la ven como una comercialización inapropiada de un patrimonio mundial. En un contexto donde Roma se prepara para recibir millones de visitantes con motivo del Año Santo Jubileo en 2025, el debate sobre cómo equilibrar la preservación de su legado cultural con el turismo masivo continúa siendo un tema candente.