Las autoridades alemanas lograron desmantelar una red de narcotraficantes que utilizaba una pizzería en Düsseldorf como fachada para distribuir cocaína. Los clientes pedían el número 40 del menú y recibían la droga oculta en las pizzas. El operativo, llevado a cabo por la policía alemana, resultó en la detención de varios implicados, lo que pone en evidencia el ingenio y las tácticas empleadas por el crimen organizado para el tráfico de estupefacientes.