Por: Bernardo Graue Toussaint.
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Antes que nada, confieso el dolor que me produce escribir estas líneas. Mi país me duele inmensamente.
Confieso que jamás me imaginé que algún día afirmaría que MÉXICO HA PERDIDO LA PAZ, LA LIBERTAD Y ESTÁ EN RIESGO DE PERDER SU DEMOCRACIA.
ME EXPLICO.
*1.- MÉXICO HA PERDIDO LA PAZ. *
Ninguna nación del mundo puede decir que viven en paz con 125,000 homicidios dolosos en tres años (114 asesinados cada día, 4 muertos cada hora). La impunidad de esos hechos violentos agrava aún más la idea referida. La permanente violencia genera hoy la percepción de que el Estado mexicano ha claudicado o pactado frente a los criminales, renunciando a sus obligaciones constitucionales. Para que nos demos una idea: México tiene más muertos por violencia que Siria (país en una terrible guerra civil) o más que en Ucrania (nación invadida y que vive hoy una cruel guerra con Rusia). Repito: MÉXICO HA PERDIDO LA PAZ.
2.- MÉXICO PERDIÓ SU LIBERTAD.
Si las minorías violentas (los criminales) logran imponerse a las mayorías pacíficas (la sociedad), esa comunidad está en un inmenso riesgo: LA PÉRDIDA DE LIBERTAD.
Eso ha sucedido en México: los criminales se han adueñado del espacio público, de sus calles, de sus parques, etc. Los delincuentes intimidan permanentemente a la sociedad a fin de que se cumpla con sus exigencias.
Cuando el Estado renuncia o claudica frente a los violentos, el estado de indefensión de los ciudadanos es total. Esa situación es la que nos permite afirmar hoy que MÉXICO HA PERDIDO SU LIBERTAD.
3.- NUESTRA DEMOCRACIA ESTÁ EN RIESGO REAL.
La democracia necesita de la paz y de la libertad. SIN ELLAS, NO HAY DEMOCRACIA POSIBLE.
Es por ello que resulta terrible que el gobierno del Presidente López Obrador no ha logrado garantizar la paz en México ni las libertades plasmadas en nuestra Constitución. El nivel paupérrimo de este gobierno pinta un futuro poco, muy poco alentador en términos de paz, de libertad y, como consecuencia última, de democracia.
México es hoy una nación que funciona, pero que funciona muy mal. No es normal que los mexicanos veamos cómo nuestra “normalidad” esta escalada de violencia cotidiana, esta pérdida de libertades y la cínica manera en que las autoridades y su partido eluden su responsabilidad. NO ES NORMAL.
En el 2024 (no falta mucho) los mexicanos tenemos que ir a las urnas. Desde hoy debemos comprometernos en trabajar para darnos autoridades comprometidas en el restablecimiento de la paz; en la recuperación y preservación de la libertad, así como la garantía de una vida democrática plena.
Estas líneas, querido lector, son por ti, por mí, por todos.
CREO EN ESA PAZ, ESA LIBERTAD Y ESA DEMOCRACIA.
ESTOY CONVENCIDO: NO MERECEMOS MENOS.