Se comenta solo…
Por: Carlos Ramos Padilla
Se trata de medir fuerzas entre inteligencia y pedradas. El
desafío es probar al nuevo rector… Un grupo de cobardes embozados con palos,
varillas y artefactos explosivos ingresaron a la Facultad de Contaduría y
Administración de la Máxima Casa de Estudios enfrentándose a un grupo de
estudiantes en defensa de sus instalaciones. El saldo de un alumno herido y dos
manifestantes retenidos que fueron puestos a disposición de la Fiscalía de
Coyoacán. Es, por así decirlo, la antesala del ejercicio electoral que se
espera en el 2024. No podríamos suponer que esta célula de 12 inestables
encapuchados y armados con marros, varillas y explosivos son espontáneos y no
favorecen a grupos políticos ajenos a la UNAM. El propósito fundamental de
estos era evitar la realización del informe anual de actividades del director,
programado para llevarse a cabo en el plantel.
Los encapuchados ingresaron a la Facultad, donde
arremetieron contra el inmueble y agredieron a un grupo de estudiantes que los
contuvieron. Luego del ataque lo propios estudiantes sometieron y retuvieron a
dos de los embozados, en tanto que personal de seguridad de la Institución
detuvo a otros dos agresores. Los cuatro detenidos tendrían que recibir una
sanción ejemplar por atacar al patrimonio universitario, poner en riesgo la
integridad de los alumnos y profesora y adicional, por atentar contra una zona
federal. De igual forma se tendría la obligación de informar a quiénes
responden estos grupos uniformados de negro y con el rostro cubierto, que
aparecen repentinamente en espacios universitarios con la finalidad de alterar
el orden y afectar las actividades académicas. El Estado de Derecho tendría que
aplicarse y literalmente desenmascarar a estos tipejos solo signos de una
mazmorra. Qué las autoridades federales emitan un comunicado y que las unidades
de inteligencia sigan la ruta del financiamiento de estas células para extirpar
este cáncer social que pretenden los cobardes agresores. Debe de entenderse que
una cosa es la autonomía y otra la impunidad, que el campus universitario no es
zona de nadie y que ahí, justo ahí, es donde debe prevalecer y reflejarse la
armonía que urge a este país. Bien por los muchachos que decididamente están
defendiendo a su casa de estudios y un rechazo absoluto a aquellos que con
méritos o no, con cargos o no, participan de las pandillas oficiales destinadas
al odio y a la destrucción. Estos personajes de alcurnia disfrazados de
izquierda quedarán bajo la vergüenza de haber traicionado a sus formadores y a
su alma mater. Deberían de aprender de los jóvenes valientes que si saben lo
que vale pisar suelo universitario y portar con orgullo el escudo que de por
vida les dará categoría y clase.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv
canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio.