l Departamento de Estado de Estados Unidos ha notificado formalmente al Congreso la disolución efectiva de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), con una fecha de finalización prevista para el 1 de julio. Esta decisión marca el cierre de una agencia que, desde su creación en 1961, ha sido fundamental en la provisión de asistencia humanitaria y en la promoción del desarrollo global.
El Secretario de Estado, Marco Rubio, quien también ha asumido el rol de director interino de USAID, explicó que, aunque la asistencia extranjera puede beneficiar los intereses nacionales, los costos operativos de USAID eran elevados y los beneficios, en su opinión, limitados. Rubio señaló que las funciones de la agencia serán absorbidas por el Departamento de Estado, eliminando aquellas que no se alineen con las prioridades de la actual administración.
La disolución de USAID ha generado preocupación entre expertos en desarrollo y exlíderes militares. Tres altos oficiales retirados advirtieron al Congreso que la reducción significativa de la ayuda exterior podría permitir que otras potencias, como China, llenen el vacío dejado por Estados Unidos, aumentando su influencia global a través de iniciativas como la Franja y la Ruta.
Además, organizaciones humanitarias han expresado alarma ante los recortes, señalando que USAID ha coordinado durante más de seis décadas la respuesta a desastres y emergencias sanitarias en todo el mundo. La eliminación de estos programas podría tener consecuencias graves para poblaciones vulnerables que dependen de la asistencia estadounidense.
