El día de hoy, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, junto con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó la Estrategia Nacional de Seguridad, un plan cuidadosamente diseñado para enfrentar los retos de la inseguridad en el país. La estrategia busca atacar de raíz las causas que generan violencia y, a través de la modernización de las instituciones, el uso de tecnología y la participación ciudadana, brindar un marco sólido para la construcción de la paz. El objetivo principal de esta estrategia es reducir los índices delictivos, con especial atención a los homicidios, y fortalecer las capacidades del país para hacer frente a las amenazas del crimen organizado.
Durante la presentación, se enfatizó la gravedad de la situación actual, destacando que algunos de los estados más afectados por la violencia son Guanajuato, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Baja California y Chihuahua. Estos estados presentan las tasas más altas de homicidios, un indicador que ha alarmado a la ciudadanía y que, según los informes más recientes, ha afectado no solo a las áreas rurales sino también a zonas urbanas de gran relevancia.
La Estrategia Nacional de Seguridad se divide en tres grandes ejes, cada uno diseñado para abordar de manera integral las distintas dimensiones del problema:
1. Fortalecimiento de la inteligencia e investigación
El primer eje de la estrategia se centra en el fortalecimiento de la inteligencia y las capacidades de investigación. Sheinbaum subrayó que el uso de tecnología avanzada es clave para combatir el crimen de manera más eficiente. La creación de sistemas de inteligencia y monitoreo permitirá a las autoridades obtener información más precisa y actuar de manera preventiva.
En este sentido, la estrategia incorpora la implementación de sistemas de videovigilancia avanzados, así como el uso de análisis de datos para predecir patrones delictivos y mejorar la toma de decisiones en tiempo real. Se creará un sistema de interconexión de bases de datos a nivel nacional que permitirá a las fuerzas de seguridad acceder a información en tiempo real y compartirla entre distintas instituciones, lo cual será crucial para desmantelar redes criminales.
Además, se promoverá la capacitación constante de los cuerpos de seguridad en el uso de estas tecnologías, con la finalidad de que las operaciones de inteligencia estén mejor coordinadas y basadas en datos confiables.
2. Fortalecimiento del SESNSP
El segundo eje se enfoca en el fortalecimiento del Sistema Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), una de las instituciones clave en la supervisión y coordinación de las políticas de seguridad en el país. Bajo esta estrategia, se mejorarán las capacidades operativas y organizacionales del SESNSP con el fin de que este organismo pueda ejecutar mejor sus funciones de coordinación a nivel nacional, estatal y municipal.
El SESNSP jugará un papel fundamental en la coordinación interinstitucional, asegurándose de que todas las entidades federales y locales trabajen de manera conjunta para combatir el crimen. Para ello, se implementarán mecanismos de monitoreo y evaluación del desempeño de las fuerzas de seguridad, garantizando que se cumplan los objetivos planteados. Además, la estrategia plantea fortalecer la profesionalización de los cuerpos de seguridad, mediante programas de formación y capacitación en áreas como el uso legítimo de la fuerza, el respeto a los derechos humanos y la actuación ética.
3. Modelo de atención
El tercer eje de la estrategia es la implementación de un modelo de atención integral a las víctimas y un enfoque innovador en la atención a delitos de alto impacto. Esto incluye un nuevo esquema de atención a víctimas de la violencia, con la creación de una red de centros de apoyo psicológico, legal y médico para quienes han sufrido los estragos de la delincuencia. Este componente de la estrategia es crucial, ya que busca no solo la reparación del daño, sino la reconciliación social en las comunidades afectadas.
En cuanto a los delitos de alto impacto, como el narcotráfico, la trata de personas y el secuestro, se establecerán unidades especializadas en la investigación y persecución de estos crímenes. Estas unidades contarán con tecnología avanzada y un enfoque multidisciplinario que permitirá desmantelar redes criminales con mayor eficacia. El enfoque también incluye la persecución y procesamiento de líderes del crimen organizado, priorizando la seguridad de los ciudadanos y evitando los daños colaterales.
El combate a los delitos de alto impacto se presenta como una de las prioridades más urgentes de la estrategia. Este apartado se concentra en desarticular las redes de narcotráfico, extorsión, secuestro y trata de personas, que han sembrado terror en diversas zonas del país. El gobierno mexicano, bajo la nueva estrategia, trabajará en conjunto con organismos internacionales y fuerzas de seguridad extranjeras para enfrentar estas amenazas que operan a nivel transnacional.
En este rubro, se hará especial énfasis en la protección de las víctimas y en la judicialización efectiva de los casos, asegurando que los criminales no queden impunes. Además, se mejorarán las condiciones de las prisiones para evitar que los líderes del crimen organizado continúen operando desde su reclusión.
La Estrategia Nacional de Seguridad presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum representa un plan detallado, integral y firme para enfrentar la compleja problemática de la violencia en México. A través del fortalecimiento de la inteligencia e investigación, la profesionalización de las instituciones de seguridad y la atención a las víctimas y delitos de alto impacto, el gobierno de México busca revertir la creciente inseguridad en el país. Este plan ambicioso marca un hito en la forma en que el Estado enfrenta el crimen organizado y promete generar cambios sustanciales en la vida de millones de ciudadanos.
