Ante más de media plaza y con la amenaza de lluvia durante toda la tarde, se lidio una corrida bien presentada y de variado comportamiento de la ganadería de Reyes Huerta.
El maestro Zotoluco quien esta tarde decía adiós de esta plaza, tuvo una destacada actuación ante sus dos enemigos, al primero le realizó una faena de mucho reposo y buen gusto por ambos pitones, desafortunadamente lo pincho y tras escuchar un aviso fue ovacionado.
Se superó con su segundo, un toro cárdeno de preciosas hechuras que tenía muchas teclas que tocarle, Zotoluco le piso los terrenos y a base de aguantarlo mucho, el toro temimo por entregarse ante la poderosa muleta de Zotoluco quien remató la faena de una estocada entera y el juez no dudo en concederle las dos orejas ante el júbilo del público que se entregó por completo al diestro de Azcapotzalco.
Alejandro Martinez Vértiz anduvo voluntarioso en su primero al que toreó con ambas manos y al momento de la estocada fue feamente volteado, fue trasladado a la enfermería y le fue concedida una oreja.
Con su segundo anduvo esforzado y el toro no termino por romperse, además se puso pesado con la espada y tras dos pinchazos y una estocada, escuchó palmas.
Luis Rodolfo Islas anduvo con muchas ganas de agradar en su primero, cubrió el tercio de banderillas con lucimiento, con la muleta la faena se vino a menos y no anduvo certero con la espada por lo que su labor fue silenciada.
Con su segundo, se le vio la falta de rodaje y el toro aunque tenía calidad era exigente, de nueva cuenta se puso pesado con la espada y fue ovacionado.
Al término del festejo Zotoluco fue sacado a hombros.
