Mundo Generacional, por: Edwin Carcaño Guerra.
A cada generación de la historia le ha tocado enfrentar un destino único e irrepetible. La generación de los Insurgentes soñó con un país libre, auto determinado y prospero. La generación de La Reforma quiso separar a la Iglesia del Estado y crear un país laico. La generación de los Caudillos luchó por reinventar una estructura gubernamental capaz de ser funcional para todos. Los Baby Boomers trataron de devolverle al individuo su lugar frente a las instituciones.
Hoy el orden mundial depende del liderazgo moral de los Boomers, el pragmatismo de los X y el civismo de los Millennials. Podemos ver en la Casa Blanca a Donald Trump, un Baby Boomer, enfrentando a los que lo quieren destituir con un juicio político. En México esta otro Boomer: Andrés Manuel López Obrador que ejerce un liderazgo basado en la moral. Las decisiones se toman entre lo que esta “bien” o esta “mal”. El juego es una dinámica entre los “buenos” y los “malos”.
Mientras tanto en el campo de batalla esta la generación X. El pragmatismo y la supervivencia son la espacialidad de este grupo de adultos. Los X y los Boomers tienen algo en común: Son más individualistas que institucionales. Sin embargo son totalmente diferentes a la hora de cómo tomar una decisión: los Boomers piensan en “blanco” o “negro” mientras que la X piensa en tonos grises. El choque generacional entre estos grupos de personas es muy difícil de conciliar.
El grupo más grande y más joven es el de los Millennials. Estos jóvenes ven el mundo como un desastre cortesía de las generaciones anteriores. A diferencia de los Boomers y los X, que son individualistas, los Millennials son institucionales. Para muchos X los jóvenes de hoy son una generación de “Cristal” o unos “Mártires” de Starbucks y eso tiene que ver con la manera en la que cada generación fue creciendo. Sin embargo, el desempeño de los Millennials va a transformar el mundo en algo mejor para todos.
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