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¿Qué parte no entiende la sociedad? ¿Esperarnos vernos como China, Italia o España?

Marco Cortez Navarrete
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Por: Marco Antonio Cortez Navarrete.

Hasta
este momento no hay casos locales de coronavirus todos los reportados como
oficiales fueron producto del contagio en el extranjero; sin embargo, en la
segunda de las tres fases de la pandemia se espera el surgimiento de un número
mucho mayor y ahora si de gente contagiada aquí, en suelo yucateco.

Yo, en lo
personal, no tengo duda de la entrega y esfuerzo realizado por el gobierno
estatal, para mí es más que claro que las acciones que se están llevando al
cabo para blindar lo más que se pueda a los habitantes del estado se han
extendido prácticamente a todos los sectores público, privado y social.

Platicando
con un amigo galeno académico-investigador de la UADY concordaba con lo que
pienso pero subrayaba que aún falta apretar algunas tuercas para evadir lo que
hoy tiene a Italia y a España sufriendo los estragos del patógeno cuya cuna de
nacimiento fue un Mercado de animales exóticos en una población china.

¿Qué
tuercas hay que apretar? ¿Qué tienen que hacer las autoridades para que
finalmente la gente no interprete estos días como una ampliación de las
vacaciones y deje de ir a las oficinas playas o de saturar los modernos centros
comerciales o incluso las zonas de los mercados que reúnen a miles de propios y
extraños de manera cotidiana.

Muchos
dicen que el COVID-19 es una gripa que afecta ligeramente a las personas de 50
y/o menos años de edad, no así a los adultos y personas de 70 ó más dependiendo
de su estado y condición física.

¿Queremos
llegar a las medidas que hoy se toman en Europa donde al enfermarse con el
virus una persona de 80 años de edad es hecha a un lado para atender a otra de
menor edad y aún con expectativas de vida productiva?

¿Queremos
que nuestros padres o abuelos se vayan? ¿Queremos saturar aún más a la ya de
por sí endeble infraestructura sanitaria mexicana? No, ¿verdad? Entonces quedémonos
en casa. Hagamos lo que dicen las autoridades. La única forma de romper la
cadena del depredador llamado COVID-19 es el aislamiento de todos para evitar
el contagio y la proliferación. ¿Será que, como en algunos lugares de Europa la
policía, el Ejército y la Guardia Nacional, nos obliguen a hacer lo que debimos
hacer para evitar decenas o centenas de decesos por esta enfermedad.

¿No,
verdad? Nadie quiere, pues entonces pongámonos las pilas y asumamos cada uno la
responsabilidad que tiene. Hoy el gobernador -al supervisar una caseta de
ingreso al estado- enfatizó que la pandemia no es un juego, y creo que los
yucatecos y en general México están jugando con fuego… Ojalá no nos quememos
y luego lamentemos.

Añadido: Fuentes dignas de crédito de mi
Alma Mater, la Universidad Autónoma de Yucatán me cuentan que el golpeteo entre
los mandamases, los integrantes de la cúpula universitaria ya comenzó. Mis
amigos señalan qué hay dos o tres damas muy seguras y confiadas en que la
siguiente administración deberá estar a cargo de una de ellas, todas bien
preparadas y ya con el derecho de aspirar y suspirar:

El actual
rector ya ve en su horizonte la conclusión de su gestión que, salvo la
Universidad para los Adultos, no hay mucha más tela de donde cortar.

Los
grupos se preparan para dar el zarpazo como buenos jaguares y en los corredores
se dice que la era de los profesionales de las ciencias biológicas está a punto
de llegar a su fin. Algunos académicos que ocuparon cargos públicos y ahora
andan viendo de donde se agarran ya coquetean con quienes han iniciado a
mostrar y demostrar sus intereses abiertos (públicamente) por ocupar las
oficinas que hoy son el corazón de la casa de estudios.

Al
tiempo, daremos más detalles

Hasta la
próxima

Marco Cortez Navarrete
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