La Revista

¿Quién me ha robado el mes de abril? (Segunda parte)

Francisco Solís Peón
Francisco Solís Peón
Sígueme en redes sociales:

Cultura, por: Francisco Solís Peón.

Me han llegado varios comunicados en las redes sociales en el sentido de que no fui justo en la entrega pasada debido a que la frase del título es en realidad una espléndida canción del gran Joaquín Sabina.

Pues bien, cualquier época, día u hora del año es buena para hablar del genio nacido en la pequeña aldea de Ùbeda provincia de Jaén autonomía de Galicia.

Para abrir boca tenemos su excelente biografía escrita por el periodista Javier Méndez Flores, donde 520 páginas atestiguan el excepcional talento de Sabina y mucho de su peculiar perfil humano, además nos obsequia con la génesis del portentoso álbum 19 días y 500 noches.

Es difícil abordar la obra de este larguirucho cantautor desde alguna perspectiva vagamente analítica, los artistas del parnaso suelen tener este problema cuando los que escribimos somos simples mortales, sin embargo usando un criterio cronológico comenzaríamos con el disco “Inventario” de 1978, mismo que de acuerdo al propio Sabina “es tan malo que cuando veo que alguien tiene uno se lo compro y después con placer lo destruyo, lo he hecho unas setenta veces y cada vez se siente mejor”.

El verdadero arte del que salen perlas es “La Mandrágora”, un álbum en vivo donde comparte escenario ni más ni menos con Javier Krae y el recién fallecido Luis Eduardo Auté. Cayó a mis manos en un cassette pirata (miren que ya tiene sus ayeres, la grabación original es de 1981). De súbito una sensación entonces extraña me invadió el espíritu y me enchinó la piel: La abrumadora tristeza urbana, esa indescriptible soledad entre millones, por momentos mi nueva vida en la Ciudad de México me asfixiaba, se volvía intolerable, un error tal vez, y sin embargo al mismo tiempo, la esperanza que significa alcanzar el propio destino.

Al escuchar “Pongamos que hablo de Madrid” (su primer éxito) me di cuenta que bien podía ser hablemos de Moscú, París, del D.F., Nueva York o Buenos Aires, no importa los entes realmente cosmopolitas en occidente guardan una dinámica similar que esconde su propia melancolía ¡Descubrimiento sabiniano por antonomasia!

En la misma grabación ilegal viene una canción que sin duda constituye un verdadero poema con música, mensaje y un certero aguijón de tristeza: “Calle melancolía”, una oda al asfalto, sus encantos y amarguras.

En esa misma línea de sordidez desvelada aparecen canciones como “Tus noches no” (malas compañías 1984), “Pacto entre caballeros” (Hotel dulce hotel 1987), “Princesa” (Juez y parte 1985) y por supuesto “¿Quién me ha robado el mes de abril?” (El hombre del traje gris 1988). Este último en su momento fue considerado “el gran disco de Sabina” aunque después esos mismos hayan cambiado de opinión, tiene sí un gran mérito, la sobrevivencia a cada hora monótona, a cada instante de aburrimiento, a cada martillazo inútil del segundero, a cada día de intrascendencia y soledad.

Después de escuchar la canción, muchos coincidimos que a la mayoría ninguna fatalidad les ha robado el mes de abril porque quienes no tienen primavera ya no tienen vida, virus o no.    

Francisco Solís Peón
Francisco Solís Peón
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último