La reciente colaboración musical entre Karol G, Feid, Maluma y otros exponentes del reguetón colombiano ha generado un amplio debate público en torno a la sexualización de menores y la representación de Medellín en sus letras. La canción “+57”, lanzada el 7 de noviembre, ha llegado al primer puesto en el ranking de debut mundial semanal de Spotify, pero no sin controversia.
El tema, que lleva el nombre del código de marcación internacional de Colombia, es el resultado de una colaboración inédita entre figuras destacadas del reguetón en Medellín, como Karol G, J Balvin, Feid, Maluma, Ryan Castro, Blessd y Ovy On The Drums. Sin embargo, una reseña publicada por Rolling Stone en Español encendió la polémica al señalar que la canción presenta “letras que hacen apología a la sexualización de menores” y que omiten la problemática de explotación sexual infantil que enfrenta la ciudad. En uno de los versos, interpretado por Feid y Maluma, se escucha: “Una mamacita desde los fourteen/Entra a la disco y se siente ki/Mami, estos shots yo me los doy por ti”, lo cual, según la revista, plantea una situación alarmante.
En redes sociales, colectivos feministas y otros críticos resaltaron el impacto que este tipo de mensajes puede tener en una ciudad como Medellín, donde, de acuerdo con el Observatorio de Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA) de la ONG Valientes, en 2023 se registraron 329 casos de explotación sexual infantil. Los críticos denuncian que la canción presenta una visión superficial y poco sensible a esta problemática social.
Ante la polémica, algunos de los artistas compartieron en sus redes sociales el éxito de “+57” en las listas de reproducción. Maluma, Ryan Castro y Blessd publicaron en sus cuentas de Instagram el ranking en el que la canción alcanzó el primer lugar de Spotify, mientras que Castro acompañó la imagen con la frase: “+57 entre más la critican más me gusta”, en clara referencia a la controversia.
En contraste, Karol G asumió una postura de disculpa en su cuenta de Instagram, afirmando: “En este caso, desafortunadamente se sacó de contexto la letra de una canción con la que buscaba celebrar la unión entre los artistas y poner a bailar a mi gente… Ninguna de las cosas dichas en la canción tienen la dirección que le han dado”. La artista concluyó su mensaje expresando que “escucho, me hago responsable y me doy cuenta que todavía tengo mucho por aprender. Me siento muy afectada y me disculpo de corazón”.
J Balvin, en apoyo a Karol G, compartió en su propia cuenta el mensaje de la cantante, expresando: “Nos has dado tantas glorias que esto no quita tu grandeza, además el tema es nuestro así que aquí estamos incondicional”.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se sumó a la discusión desde su cuenta de X (anteriormente Twitter), resaltando que “está bien el debate cultural” y defendiendo que en Medellín y en otras ciudades del país “hay una confrontación cultural entre la superficie y el fondo de las cosas que la juventud está librando en sus barrios”. Con esta declaración, Petro parece poner en primer plano la importancia de cuestionar ciertos mensajes de la cultura urbana que pueden impactar negativamente a las comunidades.
La controversia también ha resaltado la grave problemática que enfrenta Medellín respecto a la explotación sexual infantil, un problema que ha llamado la atención internacionalmente debido al turismo sexual. La ONG Valientes reportó que en lo que va de 2023 se han documentado al menos 329 víctimas de explotación sexual de menores en la ciudad. La situación ha generado preocupación sobre cómo algunos mensajes de la música urbana pueden trivializar o incluso glorificar conductas que afectan de manera negativa a las poblaciones más vulnerables de la ciudad.
La canción “+57” sigue siendo un éxito en plataformas de música, pero la controversia ha puesto en evidencia una división de opiniones tanto en el público como entre los artistas. La colaboración, que inicialmente buscaba celebrar la unión entre los músicos de reguetón de Medellín, ha desatado un debate más profundo sobre los límites de la libertad de expresión en la música y el papel de los artistas frente a problemáticas sociales como la explotación de menores.