En el año 2015 Chase Peterson-Whithorn, articulista de la revista Forbes, escribió sobre un estudio realizado por el Centro para la Empresa Familiar de la Universidad de St. Gallen en Suiza, donde se enlistan las 500 empresas familiares más grandes del mundo, basándose en sus ingresos.
El estudio destaca que entre el 80 y 90% de las empresas de todo el mundo son familiares.
En general, la percepción cuando se habla de una empresa familiar, es la de un pequeño restaurante que está administrado por varios hermanos, o aquella lavandería de la esquina que atiende un matrimonio. Sin embargo, nos podemos llevar una sorpresa al saber que Walmart y Ford tienen una estructura administrativa completamente familiar. En México contamos con grandes ejemplos como Grupo Carso o Grupo Bimbo entre muchas otras.
La característica para considerar que una empresa es familiar, es que se tengan más del 50% de acciones con derecho de voto; mientras que en el caso de las empresas públicas (que cotizan en bolsa), lo son con al menos 32% de las acciones con derecho a voto. En países de la OCDE, como México, este porcentaje es suficiente para tener el control de la Asamblea General.
El secreto del éxito para estas empresas es “la transición generacional”. El 44% de las empresas de la lista de 500, son propiedad de la cuarta generación… incluso en algunos casos, ya están en la quinta. Se trata de familias que han encontrado la manera de entenderse por muchas décadas. Aquellos que combinen el mundo de los negocios y las emociones de la familia son los vencedores de este gran reto. (Para el tema de la inteligencia emocional, puedes leer “De qué están hechos los líderes” donde hablo de la autorregulación).
Es común dentro de las empresas familiares, escuchar la frase: “Hay que tener una visión de negocio y dejar los problemas familiares a un lado”. Lo considero un error. No se pueden dejar a un lado las emociones familiares. De hecho, en una empresa familiar exitosa, se debe aprende a gestionar en ambos terrenos, porque son igual de importantes.
Los expertos afirman que una empresa familiar tiene mayor capacidad de sobrevivir en el tiempo y está mejor acondicionada para ello. Tiene sentido. Una empresa familiar no sólo piensa en el próximo trimestre, sino en la próxima generación. Por tanto, los períodos de planeación son a largo plazo, lo que mantiene más estables a las empresas. También afirman y comparto la idea, que la retención de talento es mejor, pues dentro de la empresa los miembros de la familia fomentan el compromiso de los empleados en todos los niveles y ayudan a crecer a todos aquellos sobresalientes.
Aquí sólo algunas de las 25 empresas familiares más conocidas del mundo, ¿las reconocen?
Walmart, Volkswagen, Ford, Cargill, BMW, Auchan, Peugeot, América Móvil, Roche, Continental, Christian Dior, entre otras.