Es un hecho que algo anda mal en el sistema político mexicano. Cada día se ha perdido más la coordinación de esfuerzos deseable entre pueblo y gobierno y por lo tanto se alejan y se hacen más difíciles las soluciones a los problemas de fondo, así como los cotidianos.
Recuperar la sintonía social es una prioridad.
Los especialistas en sociología hablan del humor social negativo, un mal humor social, que domina a todos los grupos del país, desde las esferas del poder hasta las sobremesas familiares. Ese es el efecto de un distanciamiento de los actores políticos (partidos y personas) de las causas ciudadanas, incluso de la realidad.
Las decisiones cupulares han alejado a los partidos de sus militancias y por ser pragmáticos, apartaron la base ideológica, que debiera ser su valor central.
Desde mi punto de vista, hay esperanza porque las señales de solución se encuentran en los mensajes de hartazgo emitidos por la ciudadanía en cada proceso electoral, y hasta en sus manifestaciones auténticas de inconformidad.
Menos recursos públicos y más financiamiento privado en la participación política para que, quien quiera impulsar temas y agendas invierta en proyectos que aporten al contexto democrático. Que esas inversiones se den de cara a toda la sociedad para que ésta conozca muy bien de qué lado está cada quien.
Involucramiento de la ciudadanía a partir de un lenguaje claro por parte de partidos y gobierno. Llamémosle por su nombre a cada cosa sin dobleces, para corresponder a las demandas de la gente.
Para no ser rebasados y recuperar la credibilidad perdida, los partidos deben: comprender que la gente quiere y tiene el derecho de tomar sus propias decisiones. También democratizar más sus procesos internos y darles mayor transparencia.
Asimismo, extender su abrazo no solo a su militancia; revisar sus fundamentos teóricos y doctrinarios; y asumir posiciones muy claras para que la gente defina simpatías respecto de sus intereses.
Solo de esa manera podremos en un proceso gradual y prolongado recuperar la credibilidad de la gente./ IOP
CIERTO…
Lo aquí arriba escrito, no tiene desperdicio, más, viniendo de una persona que sabe y conoce bien como funciona el ” Sistema Político Mexicano” (SPM); un sistema que tiene maniatado al gobierno desde todos los ángulos de la vida cotidiana.
Si la legisladora siente tener la fuerza suficiente para expresarse como ahora lo hace, es porque conoce al monstruo desde sus entrañas, incluso, ha luchado desde sus diferentes trincheras para poder acceder hasta donde ha llegado… Conocemos sus arrestos y sus pretensiones, en esas alturas, se respira un aire diferente, se mira tete a tete, el tamaño que le espera, no solo en sus objetivos centrales sino también los periféricos que inciden preponderantemente en ese “Sistema”, me refiero a los intereses creados.
El SPM, engulle al más pintado que quiera ser disidente, no le permite espacio alguno y tiene mil facetas para engañar al pueblo o al “iluso”, que quiera domeñarlo…
IOP, tal vez ya buscó el recoveco necesario para dominarlo y llegarle al cerebro para desde ahí, lograr su objetivo. Ojalá que pueda seguir hasta su pináculo, de verdad se lo deseo, pues la conozco desde siempre, es mujer de pueblo- sin duda alguna- tesonera y berrinchuda como mujer que es, empero, mis años de experiencia me dictan que no debe confiarse, mirar de frente el objetivo para hacer las alianzas necesarias para seguir escalando los peldaños que la llevarán a ese cielo y desde ahí, lograr sacar de este marasmo al desposeído, al vejado, al esquilmado mexicano que sigue en espera de su redención./ DHM.