Por Carlos Capetillo Campos / @capetillocampos
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Desde la conformación de su gabinete el gobernante va dando luces de hacia dónde va su gobierno.
Es el caso de Donald Trump, que a sus amenazas de campaña le suma la tendencia de los integrantes de su gabinete y aun cuando es su derecho el nombramiento, no deja de preocupar las posturas abiertas de las personas a las que ha invitado y ha hecho público la tareas que les ha encargado, para que a partir del 20 de enero del año próximo se desempeñen bajo su conducción del país por hoy más poderoso del mundo.
A las referencias históricas de los Estados Unidos de sentirse los policías del mundo, ahora bajo la dirigencia del presidente perdedor, ya que según las cifras de la elección, Hillary ganó por casi 2 millones de votos, aunque por el sistema electoral de ese país, Trump obtuvo mayor número de delegados que para esos efectos es lo que cuenta.
Los invitados a formar parte de su gabinete son personas reconocidas por su tendencia a la línea dura y en contra de los programas de salud, contra los inmigrantes y estimulan los enfrentamientos en la sociedad americana, ya que ha renacido el racismo y la discriminación y los que pertenecen a estas minorías han sufrido en estos días mayor agresión por parte de los americanos blancos en todos los niveles.
Parece que quieren olvidar los grandes beneficios con que los inmigrantes han contribuido a la fortaleza de ese país.
La agresión a los países de América, han empezado con declaraciones de Trump en contra de eliminar el bloqueo de los Estados Unidos a Cuba y pretender que Cuba responda favorablemente a los caprichos que él llama intereses norteamericanos.
Y esto no es nuevo ya que con el triunfo de Trump, renacen las tendencias racistas de los norteamericanos, ya que en el pasado funcionarios de la mayor importancia del gobierno de los Estados Unidos de América, declararon que no tenían amigos, tenían intereses.
México ya aprecia la fobia del Presidente Electo a México, cuando aquel anuncia con bombos y platillos que ya impidió que la Ford ampliara su planta de armado de autos en México y se quede en Estados Unidos esa inversión y ahora anunció que Carrier, la fábrica de aires acondicionados tampoco ampliará su planta en Monterrey, México y la construirá en los Estados Unidos.
Sin duda afecta en la creación de empleos a nuestro país, pero a ver si los consumidores americanos estarán a gusto con el incremento de los costos de estos productos que repercutirán obviamente en el público consumidor.
Sin duda Trump tiene un complejo de dictador y como nunca fue a una guerra, quiere tener su propia guerra. Aquí en México ya lo vivimos recientemente y la cuota de muertos que pone el pueblo es demasiado caro para un país.
Pero México junto con otros países que están en la mira de ese mesiánico gobernante, deben unir sus esfuerzos para procurar que cualquier agresión no nos haga mella.
Que nuestro país tiene una gran interconexión con los Estados Unidos es verdad, pero debe ser una ventaja, ya que la infraestructura para producir bienes y servicios ya está creada. Hay que eficientizarla y canalizar la producción a otros países.
Hay que fortalecer a las instituciones y exigirles eficiencia, honestidad, transparencias, para que se confíe en ellas.
Y en forma destacada el sistema de justicia además hay que agilizarla, y de la seguridad pública ya no tiene caso comentar nada. Cada vez que sale una noticia buena sobre ese tema se difunden 20 malas.
Los asaltos, muertos, robos y lo que se les ofrezca aumentan día a día.
Hay que hacer algo urgente por la misma sociedad para devolver a este México nuestro el brillo del pasado y que merece.
Los que sí saben ya deben de abandonar el barco del olvido y prestar sus talentos y eficiencia al servicio del país.
