Por Carlos Capetillo Campos.
carlos_capetillo@hotmail.com / @capetillocampos
Quien no conoce la historia está en peligro de repetir
los hechos y esto podría pasarle al PRI en su 22 Asamblea.
Desde hace algunos meses, la Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional, viene ocupando la atención de los medios de comunicación de todo tipo, así como los priistas que ocupan cargos de gobierno o del partido, también muestran sus intereses y deseos con respecto a este sin duda importante evento.
Como cada vez que se celebra una asamblea de este tipo, surgen voces de oposición a lo que creen que va a pasar en la asamblea y las especulaciones caminan a la par que el tiempo, demasiado rápido, demasiado frágiles.
La realidad es que al día de hoy no hay ninguna evidencia de lo que va a suceder en esa asamblea.
Que si van a quitar los candados que están en los estatutos para que pueda ser candidato a la Presidencia cualquier mexicano, con el fin de darle la candidatura al Secretario de Hacienda, Antonio Meade, quien fue destacado funcionario público federal durante los gobiernos de Fox y Calderón, herencia para el gobierno priista de Peña Nieto.
Es decir que los diez años de militancia que ahora se exige para ser candidato a la presidencia y asegurar que ese requisito garantiza que será un militante priista el abanderado, puede ser desplazado y como otros conceptos valiosos en un partido político que definen su ideología tan importante de recuperar por todos los partidos, que desde el panista Clouthier solo les importa ganar.
Y el partido olvida que desde Miguel de la Madrid ha sido agredido y que la soberbia de los gobernantes provocó la salida de miles de priistas rumbo a formar lo que se llamó Partido de la Revolución Democrática.
Y después el presidente Salinas de Gortari con ánimo de desaparecerlo, creo Solidaridad, que ante el bloqueo para que sea partido, lo convirtió en un programa con recursos sin límite, que solo acabó con la pobreza de unos funcionarios, pero el pueblo siguió en la misma.
Después el presidente Zedillo con su sana distancia con el Partido, pero bien que intervino en las decisiones del PRI y cumplió su compromiso con los Estados Unidos, donde hoy goza de generosas compensaciones por sus servicios, y anuncio el triunfo de Fox antes de que el propio Partido anunciara los resultados, dejándolo indefenso para el proceso.
Pero parece que los presidentes saben bien la disciplina de los directivos del partido y de los intereses que hay que manejar para mantener la “unidad revolucionaria” apoyando los deseos presidenciales.
Y aquí el PRI debe recordar los hechos que han causado un enorme costo a México, aunque los interesados y beneficiados la quieren disfrazar de avance democrático, los doce años del panismo, tanto Fox como Calderón le hicieron un daño enorme al país, no solo desperdiciando los cuantiosos recursos petroleros por el alto precio del petróleo que exportamos, sino por el auge de la corrupción y la incapacidad en la función pública, la improvisación dominó la escena y los beneficios a los familiares fue notoria.
Y el PRI que no supo asumir su papel de oposición, se volvió cómplice de todas las ineficiencias y deficiencias de los dirigentes del PAN.
No supo defender, como hasta la fecha, a los priistas que ponen su esfuerzo eficiente, responsable y honesto, pero que por una u otra razón son agredidos, como es el caso de nuestro paisano, Alberto Escamilla Cerón, dirigente del Movimiento Territorial, a quien le reconocen una espléndida labor política, pero le dan las gracias y lo sustituyen del cargo. ¿Represalia política?
Magnifica muestra de soberbia como respuesta a las expresiones de priistas previas a la asamblea.
Deseamos el mejor futuro a un magnifico exponente de la juventud política.
