Ciudad
de México, 27 de septiembre de 2022.- El Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) ha reforzado las estrategias
preventivas para abatir las implicaciones sociales y de salud pública del
embarazo a edades tempranas, a través de servicios de planificación familiar y
salud reproductiva que operan en las unidades médicas de primer nivel y
hospitalarias en todo el país, informó el director general, Pedro Zenteno
Santaella.
Al
conmemorar el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en
Adolescentes, el director general destacó la importancia de crear consciencia
en la población sobre los riesgos para la salud y la vida de mujeres y bebés en
esta etapa, además de establecer mecanismos preventivos y de apoyo a las
personas vulnerables, que garanticen el acceso universal a la salud.
Alertó
ante el gran impacto de este problema de salud pública. Reportes del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) bit.ly/3UvTfqh indican que en el
trienio 2015-2017 nuestro país registró una tasa de 13.7 nacimientos por cada
mil mujeres de 15 a 19 años.
Estas
cifras ubicaron a México como el país con el más alto índice de estos casos
entre las naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), lo que habla de la importancia de prevenir.
A su
vez, el médico ginecobstetra y subespecialista en medicina materno fetal del
Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”, José Ángel Cortés Reyna, precisó que
debido a que en la adolescencia no se ha completado el desarrollo físico,
hormonal, reproductivo, psicológico y social, un embarazo en esta etapa
conlleva múltiples riesgos.
En
cuanto al desarrollo físico, el útero aún no alcanza el tamaño adecuado para
alojar el crecimiento normal del feto ni para aportar suficientes nutrientes
durante su crecimiento.
“Estas
condiciones aumentan el riesgo de que las adolescentes tengan bebés de bajo
peso al nacer y presenten alteraciones del neurodesarrollo como déficit de
atención e hiperactividad, e incluso algunos tipos de trastornos del espectro
autista”, puntualizó.
Cortés
Reyna, quien es miembro del Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia,
señaló que existe rechazo social y negación a que una mujer de esa edad esté
embarazada, y uno de los problemas que enfrentan por miedo es que no comentan a
sus padres y familias su
estado
hasta que ya es inevitable ocultarlo; en consecuencia, llegan a la primera
consulta médica alrededor de los cinco meses, con mal cuidado y problemas de
desnutrición.
Agregó
que algo muy importante es fomentar la comunicación intrafamiliar con las
adolescentes y eliminar el tabú de hablar y reconocer cuando se tiene la
certeza o la sospecha de un embarazo. Mientras más pronto se aborde y reciba
atención médica, habrá más posibilidades de tomar las medidas adecuadas.
Informó
que, en los servicios de planificación familiar y salud reproductiva de las
unidades médicas, así como en las ferias de salud Ecos para el Bienestar que se
llevan a las comunidades, las y los adolescentes pueden acudir para conocer la
oferta de métodos anticonceptivos que proporciona el Issste de forma gratuita.
Además,
reciben orientación por parte de profesionales de la salud sobre beneficios,
recomendaciones y formas correctas de uso de los distintos métodos para cuidar
su salud sexual y evitar embarazos no planeados.
El
personal sanitario a cargo de estos servicios está preparado para brindar trato
digno y con respeto a los derechos humanos, por lo que la población joven puede
acudir con la confianza de que serán tratados con respeto, cordialidad y
confidencialidad.
Indicó
que el instituto fomenta que las y los médicos del primer nivel de atención
brinden la primera consulta a las adolescentes, para explicar los cambios físicos
y emocionales de esta etapa: qué es la menstruación, cómo son los ciclos y que
a partir de este momento inicia su proceso de ovulación, lo cual significa que
pueden quedar embarazadas en caso de tener relaciones sexuales.
Resaltó
la importancia de que todos estos servicios y acciones también están abiertos
para varones adolescentes, pues es un hecho que donde se detecta una jovencita
embarazada estuvo implicado un hombre, no siempre de la misma edad, por lo que
es fundamental intensificar la orientación y el actuar responsable de la
población masculina en la prevención y afrontamiento de este fenómeno.
Recomendó
mantener hábitos de autocuidado y prácticas de sexo seguro mediante el uso de
métodos de protección y planificación, ya que además pueden evitar contraer
infecciones de transmisión sexual (ITS), desde sífilis, gonorrea, virus de
inmunodeficiencia humana (VIH), hasta virus de papiloma humano (VPH); este
último con los años puede evolucionar a cáncer de cuello uterino, concluyó.


