Se comenta solo…, por: Carlos Ramos Padilla.*
Los aspirantes a la presidencia aceptaron, se doblaron vamos, a una serie de condicionamientos desproporcionados y todavía festejan. Iniciaran sus recorridos por el país para promoverse (“darse a conocer”) y participar en asambleísmos callejeros. Serán responsable de diseñar sus campañas electorales siempre y cuando, aquí la condicionante, no contravengan a la 4T, en pocas palabras al presidente.
Los candados implican desde no asistir a espacios informativos de medios conservadores hasta evitar los debates entre ellos. O sea, limitaciones a la libre expresión y censura pública. Se lee que los suspirantes “Privilegiarán el contacto con la gente y las asambleas informativas.
Deben compararse de manera austera, sin derroche de gastos publicitarios ni propagandísticos y rechazar toda práctica antidemocrática como el acarreo, coerción y alianzas con grupos o personas a cambios de prebendas.
No deben tener ni intentar comunicación directa o por terceras personas con la Comisión de Encuestas. Se evitarán los debates públicos y polémicas, acciones de desprestigio, descalificación o agresión entre aspirantes. Sus seguidores deben cumplir estrictamente la misma regla.
Evitarán los medios reaccionarios, conservadores, adversarios de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen. Después del 27 de agosto deben suspender sus actividades, no llevar a cabo acciones ni declaraciones relacionadas con el proceso”.
Sin embargo, notamos que para algunos las reglas son sin reglas. Desde sus escaparates laborales se han aprovechado para hacerse promoción. Entrevistas, bardas, fotografías, libros, conciertos, redes sociales, acarreados que gritan “presidente o presidenta” según el personaje…
Se espera que esta semana se den a conocer los medios públicos a los cuales se les permitirá acceder y los otros que estarán vetados. Ya vimos cómo AMLO, a mano alzada, decidió que no dará derechos réplica a quien lo cuestioné y no permitió, ni con orden del juez, a la senadora Xóchitl Gálvez acudir a la mañanera dejando en claro que ese espacio es propiedad del tabasqueño, aunque se pague con recursos públicos.
Sin duda canal once y la Jornada sean sus vehículos propios de difusión. La radio, televisión, prensa escrita son instrumentos necesarios en una democracia y sus líderes de opinión abren un abanico rico de expresiones y opiniones.
AMLO olvida que el lenguaje para muchas civilizaciones es una expresión del arte y que la palabra es la primera arma para negociar controversias. El presidente está obligado legal y moralmente a a atender, escuchar, debatir y dialogar con TODOS los mexicanos.
Eso fue de su conocimiento antes de asumir el cargo y así lo protestó de manera voluntaria y consciente cuando llegó a la presidencia. Como activista y contestatario demandaba que al sistema y sus políticos se abrieran a sus ideas, aunque sus formas eran fuera de la ley, bloqueos a vías federales, toma de pozos petroleros, plantones en Reforma, bloqueos al Senado, manifestaciones anta la CNDH, carpas en el zócalo… ahora implementa mecanismos para cerrar espacios. No hay medios del antiguo régimen ni medios del nuevo régimen.
Son cadenas de información que sobreviven por su credibilidad, consistencia e incluso inclinación política. El lector, el público, la audiencia, el auditorio don finalmente los auditores del contenido, no los políticos en el poder. Personajes, daré un ejemplo reciente y real, como Elva Esther Gordillo han buscado, aceptado y ser entrevistados por sus más severos críticos.
Asisten a espacios incómodos para mostrar agallas y marcar su posición sin cortapisas ni condiciones. Dejan huella, perfilan ideas, aclaran, reconocen, se defienden y dan la cara como también ha ejercido esa posición y derecho Rosario Robles. No se agachan ni se intimidan.
El Consejo Nacional de Morena se vio chato, obsoleto, anacrónico, impositivo. No aportó, restó. Y se sabe que la orden viene de Palacio. Las reglas sin reglas están para acomodar las fichas (corcholatas) e ir perfilando al que mejor sirva y proteja al tabasqueño.
Y será, dicen, a través de encuestas, no de capacidades ni talentos, sino a la voluntad visceral y manipulada de los participantes. Pero, ¿quién va a financiar las precampañas? ¿De dónde saldrán los recursos? ¿Cómo obtener adeptos si no es por chantaje? ¿Usted cree en un supuesto que AMLO aceptaría que ganara las encuestas un probable aspirante del PT o del Verde? Pero si alguien asume que AMLO estará ajeno se equivoca ya ve que ya decidió que es presidente hasta las cinco de la tarde y después lo que le venga en gana.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi135 y mexiquense radio.