Un grupo de siete a ocho ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en México ha decidido presentar su renuncia, según anunció el ministro Juan Luis González Alcántara. La medida responde a su percepción de que su ciclo dentro de la SCJN ha concluido, lo que marca el fin de una era que comenzó con la reforma judicial de 1994. González Alcántara señaló que esta renuncia conjunta simboliza su compromiso con la renovación del Tribunal y su preocupación por las recientes reformas al Poder Judicial.
Antes de dejar sus cargos, los ministros han manifestado su intención de frenar parcialmente la reforma que modifica el proceso de elección de jueces y magistrados. En su proyecto de sentencia, el ministro González Alcántara propone anular la elección popular para jueces y magistrados locales, argumentando que este método resultaría complejo y riesgoso para el funcionamiento adecuado del sistema judicial. Sin embargo, el formato de elección popular para los ministros de la Corte y los magistrados electorales se mantendría, en línea con la propuesta.
La propuesta de González Alcántara también plantea la eliminación de los “jueces sin rostro” y cuestiona el método de selección a través de Comités de Evaluación, implementado por la reciente reforma. Esta decisión llega tras las acciones de inconstitucionalidad presentadas por partidos de oposición como el PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, quienes consideran que la reforma vulnera la independencia judicial.
La próxima semana, el proyecto de sentencia comenzará su discusión en el Pleno de la Corte, y para invalidar la reforma se requerirá una mayoría de ocho votos. Esta situación ha provocado tensiones entre los poderes, ya que legisladores de Morena, el partido gobernante, han adelantado que no acatarán una decisión judicial que invalide la reforma. El senador panista Ricardo Anaya advirtió que una confrontación prolongada entre el Ejecutivo y el Judicial podría desembocar en una crisis constitucional, e instó a todos los actores a resolver sus diferencias a través de los cauces institucionales y el diálogo.
