La Policía Federal de Brasil ha presentado cargos formales contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusándolo de planear un golpe de Estado y de conspirar para asesinar al entonces presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva en 2022. Según la investigación, Bolsonaro tenía “pleno conocimiento” de un complot para eliminar a Lula antes de su toma de posesión.
Junto a Bolsonaro, otras 36 personas han sido implicadas en la trama golpista, incluyendo a dos generales que fueron ministros en su gobierno. La denuncia, basada en evidencia recopilada durante dos años, ha sido entregada al Tribunal Supremo, que la remitirá a la Fiscalía General para decidir sobre los cargos formales.
La investigación reveló que los conspiradores planearon asesinar a Lula mediante envenenamiento o disparos, con el objetivo de impedir su asunción al cargo. Además, se descubrieron planes para secuestrar y asesinar al juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal.
Bolsonaro, quien ha negado las acusaciones, enfrenta medidas cautelares y está inhabilitado para postularse a cargos públicos hasta 2030. La trama golpista no contó con el apoyo completo de los altos mandos militares, alcanzando solo una ejecución parcial. La delación del exsecretario personal de Bolsonaro, Mauro Cid, fue clave para desarticular el complot.
Este caso ha generado llamados para que Bolsonaro sea encarcelado, mientras las autoridades continúan investigando a fondo los detalles de la conspiración y a todos los involucrados en el intento de subvertir el orden democrático en Brasil.