El día de hoy, 20 de agosto de 2024, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), solicitó públicamente a los cinco empresarios más ricos del país que emitieran su postura sobre la supuesta sobrerrepresentación del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Congreso. Entre estos empresarios se encuentra Ricardo Salinas Pliego, quien no tardó en reaccionar, utilizando su cuenta en la red social X (anteriormente conocida como Twitter) para lanzar una encuesta entre sus millones de seguidores. La encuesta planteaba una pregunta clave: “¿Es democrático, correcto y constitucional que el partido en el poder y sus aliados, el PV y el PT, se adjudiquen 75% de las curules en la @Mx_Diputados, cuando el pueblo les otorgó SOLAMENTE el 54% de los mismos?”.
La respuesta de Salinas Pliego fue inmediata tras la declaración de AMLO en su tradicional conferencia matutina, conocida como “La Mañanera”, en la cual el presidente hizo un llamado directo a estos empresarios para que expresaran su opinión sobre la distribución de las curules en la Cámara de Diputados. En su intervención, López Obrador mencionó específicamente a Carlos Slim Helú, Germán Larrea Mota Velasco, Ricardo Salinas Pliego, la familia Bailléres y María Asunción Aramburuzabala, detallando además la fortuna estimada de cada uno de ellos.
El presidente subrayó que sería “muy extraño, raro” que estos empresarios estuvieran a favor de lo que él describió como una violación de la Constitución, instándolos a manifestar su posición sin simulaciones ni formalismos. López Obrador hizo referencia a la postura reciente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que solicitó que las diputaciones plurinominales se asignen de manera justa, evitando cualquier tipo de sobrerrepresentación que pudiera favorecer desproporcionadamente a un partido político.
Salinas Pliego, conocido por su estilo franco y directo en redes sociales, no solo lanzó la encuesta, sino que también acompañó su publicación con un comentario crítico: “¿Es democrático, correcto y constitucional que el partido en el poder y sus aliados, el PV y el PT, se adjudiquen 75% de las curules en la @Mx_Diputados, cuando el pueblo les otorgó SOLAMENTE el 54% de los mismos?”. La encuesta reflejó rápidamente la opinión de sus seguidores, con un 79.4% votando en contra de lo que perciben como una sobrerrepresentación, mientras que solo un 20.6% se mostró a favor.
La reacción del empresario no se detuvo ahí. En un nuevo post, Salinas Pliego cuestionó abiertamente la seriedad de la invitación de AMLO para que los empresarios expresen sus opiniones, escribiendo: “Estimado Presidente @lopezobrador_ de verdad, ¿respetados y escuchados los empresarios? ¡Por favor! Seamos serios”. Este mensaje también incluyó una referencia a lo que él denominó “#Bañagatos y demás paleros de las mañaneras”, en alusión a aquellos que, según él, apoyan sin cuestionamientos las posiciones del gobierno en turno.
El origen de esta discusión se remonta a la explicación proporcionada por Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría de Gobernación, quien, durante la conferencia matutina, detalló las bases constitucionales sobre la representación proporcional y la asignación de curules en el Congreso, según lo establecido en el artículo 54 de la Constitución. Alcalde explicó que la elección de los 200 diputados según este principio debe seguir ciertas reglas para evitar que un solo partido concentre una representación mayoritaria desproporcionada.
La titular de la Segob argumentó que las críticas a la supuesta sobrerrepresentación de Morena están relacionadas con la oposición de jueces y magistrados a la Reforma del Poder Judicial propuesta por el gobierno, una reforma que requiere una mayoría calificada en el Congreso para ser aprobada.
El debate sobre la sobrerrepresentación en el Congreso no es nuevo en la política mexicana, pero la intervención directa de empresarios como Ricardo Salinas Pliego, sumado al llamado de AMLO, ha reavivado la discusión sobre la legitimidad y la equidad en la representación política del país. Este intercambio pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre el sector empresarial y el gobierno, así como las tensiones que pueden surgir cuando se tocan temas sensibles como la distribución del poder en las instituciones democráticas de México.
