Hace tiempo escribí: *”AMLO me recuerda al típico caso del niño malcriado y berrinchudo que domina la vida de los padres. Patalea, berrea y se violenta para que se cumplan sus voluntades. No soporta que le digan la palabra NO. Los padres creen erráticamente que no hay que ponerle límites, sino entenderle y “tenerle paciencia” porque “es inquieto”. Se le cumplen todos sus caprichos. Las normas de casa desaparecen y se sustituyen por las leyes de los deseos del niño. O Se le permite todo (con tal de llevar la fiesta en paz) o el crío los castiga con su ira. Si el niño es reprobado es porque “el maestro es injusto”. Si le llaman la atención, es porque “no lo comprenden”. Nadie quiere regañarlo, “no se nos vaya a traumar”. Es “especial” y merece toda clase de consideraciones. La culpa siempre es “de otros”, no del chamaco. Crece saliéndose siempre con la suya. “A la buena” (poco frecuente) o “a la mala” (su especialidad). Ese chiquillo que se erige en el ogro del hogar, puede convertirse en un proyecto perfecto de parásito social; en el terror del colegio, en el futuro gandalla del barrio o, incluso, (a punta de trapacidades, engaños, mañas, corruptelas, mentiras y berrinches a lo largo de su mal formada vida) puede alcanzar, por qué no, hasta la Presidencia de la República”.*
Así ha sido.
En actitud de pandillero de barrio, el Presidente López dedica todos sus afanes para demostrar que es el que manda; el que insulta; el que amenaza, el que amedentra. Pone apodos; descalifica; señala adversarios; difama y un largo etcétera. *Y no le basta hacerlo en su barrio, sino que ahora decide incursionar y echar bronca en otros barrios.*
Las cartas que el Presidente López envió al Rey de España y al Papa Francisco, exigiendo pidan perdón por la conquista “hecha a punta de espada y cruz”, *son de dar pena.* Yo vivo en Madrid y, desde el día de ayer, radio, TV, redes sociales y prensa escrita dan cuenta de las pretensiones del Presidente de México. *El calificativo común a dichas misivas ha sido el siguiente: “RIDÍCULO”.*
México y España son hoy dos magníficos socios; países con imborrables vínculos de consanguinidad y amistad. El intercambio turístico entre ambas naciones es importantísimo. La convivencia de españoles en México y de mexicanos en España da cuenta clara de una relación cálida, fraterna y respetuosa. *Pues el pandillero de barrio, ahora portando la banda presidencial, ha decidido declarar que existe una “herida abierta” entre ambas naciones y que procede una disculpa pública por parte del Jefe de Estado español y del Sumo Pontífice, por las atrocidades cometidas hace 500 años.*
En medio de un círculo de aduladores que le rodean, *el Presidente López no se da cuenta que está haciendo el ridículo a nivel nacional y global*. En medio de ello, AMLO destruye la convivencia entre mexicanos, daña nuestra economía e importantes logros alcanzados y ahora decide, además, deteriorar inmensamente las relaciones internacionales con países clave, como es España.
*Es vergonzoso. Muy vergonzoso.*
También *resulta curioso cómo el gandalla de barrio López es súper valiente frente a España y la Santa Sede y que, al mismo tiempo, carezca de las estructuras orgánicas necesarias para reclamarle a Trump por los múltiples insultos y la criminalización que el mandatario norteamericano ha lanzado , a diestra y siniestra, contra millones de mexicanos.*
Por último, quiero aprovechar la ocasión para preguntarle al Sr. Carlos Slim; a los grandes empresarios mexicanos; a las Cámaras empresariales e industriales; a los banqueros mexicanos:
*¿DE VERDAD SIGUEN “AVALANDO” Y OTORGANDO EL “BENEFICIO DE LA DUDA” A ESTE PANDILLERO EN EL PODER, A ESTE BUFÓN?*
Que conste, es pregunta.
graue.cap@gmail.com
