MADRID, España, junio 7 (EL UNIVERSAL).- Al primer salto de Carlos Rivera, las filas delanteras del Circo Price se ponen de pie. “Buenas noches, Madrid. Hace cinco años que llegué a esta tierra maravillosa”, saluda el cantante. Y el público le responde: “Que es la tuya también”.
El de Huamantla dio el fin de semana en Madrid el concierto más importante de su gira por España. En la sala madrileña lo recibieron jóvenes con camisetas azules con la inscripción “Riveristas”, banderas mexicanas y madres que se peleaban a codazos con sus hijas por conseguir el mejor sitio para sacarle una foto.
El cantante es especialmente conocido en Madrid desde que interpretó en la Gran Vía el papel de Simba en el musical “El Rey León” a lo largo de 700 funciones. En un hotel céntrico de la ciudad, Rivera (1986) recibe a EL UNIVERSAL para explicar los detalles de su regreso a España.
–¿Qué recuerdos tienes de Madrid?
-Pasé dos años muy buenos haciendo de Simba. Yo vivía en la Gran Vía y cada día iba al teatro a trabajar, que estaba enfrente. Fue una gran etapa, de mucho trabajo.
–¿Y cuentas con volver a hacer musicales?
-Podría ser una bonita excusa para regresar a España, pero la verdad es que no está en mi plan. Ahora mismo estoy muy centrado en la música. Después de “El Rey León”, pocos musicales me atraen. Me gustan los proyectos en los que me implique mucho, y ahora mi prioridad es cantar. Mi paso por televisión —El hotel de los secretos— ha llamado la atención de muchos productores, pero yo tengo claro que ahora lo que quiero es centrarme en la música.
–¿Y qué tal está siendo esta gira?
-Fantástica. Espero que dure dos años más. Estas tres semanas en España están siendo increíbles. La verdad es que nunca he dejado de estar en este país, vuelvo cada cuatro o cinco meses. La última vez que vine fue en marzo, pero regresar con una gira tiene una carga especial.
–¿Notas una evolución entre tus visitas a España?
-Por supuesto. El público que me sigue se ha ido multiplicando. Recuerdo el primer concierto que di en Málaga, en diciembre de 2013, en una sala llamada la Caja Blanca, con unas 400 personas. Ahora volver allí y darme cuenta de que consigo llenar el Málaga Auditorium Club, con mil 200 personas, me llena el corazón de ilusión. Es muy gratificante ver cómo evolucionas en popularidad y madurez artística.
–¿Hay algún lugar de este país en el que te haga ilusión tocar?
-Sin duda, Madrid. Primero porque fue mi ciudad, y después porque actuar en las capitales es siempre especial. Lo es en México cada vez que lo hago, lo fue en el Gran Rex de Buenos Aires, y las dos veces que llené la Joy Slava de Madrid también resultaron inolvidables. Por eso tenía tanta ilusión por este concierto en la Price.
–¿Tienes algún momento de tus actuaciones que te guste por encima de los demás?
-Lo importante es que el espectáculo sea completo y la gente lo disfrute. Todas las canciones me gustan por igual. El show está dividido según momentos: uno es más acústico, otro de bailar, otro más emotivo, otro para que el público cante las canciones de la radio…
