Se juntaron muchas rosas en un parque, lindas, y decidieron organizarse para sorprender a varias personas y dibujarles una sonrisa en el alma…
Las blancas se dirigieron a casa de una niña sevillana llamada Lourdes para desearle un buen comienzo de curso. Y una muy blanca, muy hermosa, a festejar a Victoria el día…
Las de tono rosa reposaron en la terraza de Ángeles, que estaría pronto celebrando un cumpleaños… Y una de ellas, en solitario, se dirigiò al novillero para infundirle valor…
Las rojas eran las del amor… Fueron de parte de un apuesto sevillano hacia su novia, una joven de mirada dulce y de agua de mar. Y una en solitario fue a casa de cada abuela…
Había una rosa más… De color marfil. Única, especial. Con clase y alma, aroma y arte. Esa sería la encargada de velar los sueños del “soñador”, que “soñaba” cosas bonitas…
Dedicado a Ángeles
Dedicado a Sevilla, sevillanos, sevillanos y enamorados de la sevillanía
Dedicado a Lourdes
Dedicado a cada novillero
Dedicado a mi amiga Victoria
Dedicado a soñadores
Dedicado a cada abuela, sobre todo a la mía
Dedicado a mi Luisito
