El empresario Ricardo Salinas Pliego ha lanzado una dura acusación contra el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), calificando de “golpe de Estado” la reciente validación de la mayoría calificada de Morena en la Cámara de Diputados. Salinas Pliego, quien es una de las figuras más influyentes del sector empresarial en México, expresó su preocupación por lo que considera un control excesivo de Morena en el Congreso, afirmando que esta situación podría poner en peligro la democracia y las libertades económicas en el país.
La validación por parte del TEPJF permite a Morena consolidar su poder en la Cámara Baja, lo que facilita la aprobación de reformas constitucionales sin necesidad de acuerdos con la oposición. Este escenario, según Salinas Pliego, podría llevar a la aprobación de políticas que impacten negativamente la libertad empresarial y la estabilidad económica de México.
El empresario no solo criticó el control de Morena, sino que también cuestionó la imparcialidad y la independencia de las instituciones electorales, insinuando que están al servicio de intereses políticos específicos. En su opinión, esta concentración de poder en manos de un solo partido erosiona los principios democráticos fundamentales que deben guiar la vida política del país.
Salinas Pliego, conocido por su estilo directo y sus críticas a las políticas del actual gobierno, ha instado a la sociedad civil y a los actores políticos a mantenerse vigilantes y a defender la pluralidad y la independencia del Congreso. Según el empresario, el equilibrio de poder es esencial para garantizar un entorno donde las decisiones legislativas se tomen de manera justa y equitativa, sin favorecer a una sola fuerza política.
El discurso de Salinas Pliego refleja una creciente preocupación entre ciertos sectores sobre el futuro de la democracia en México, en un contexto donde el poder de Morena en el Congreso se ha visto fortalecido de manera significativa. Este llamado de atención busca movilizar a la opinión pública y a otros actores clave para garantizar que las decisiones que se tomen en la Cámara de Diputados sean verdaderamente representativas de la diversidad política y social del país.
