Mundo Generacional, por: Edwin Carcaño Guerra.
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@ecarcanog
En la pintura de Goya vemos al dios Saturno devorando
a uno de sus hijos. Para los griegos, conforme el tiempo pasa, pierdes un
pedazo de tu vida. Poco a poco la existencia se va escapando. En la literatura
griega, este personaje vivía con miedo a ser traicionado y derrotado por alguno
de sus hijos. Su temor estaba bien justificado: Había castrado a su padre
(Urano) y le había robado el trono. Las profecías ahora apuntaban en su contra:
Correría la misma suerte de su progenitor. Para evitar caer en desgracia tan
pronto sus hijos nacían los deglutía. También en la vida real Saturno te
devora.
El tiempo es uno de los elementos más importantes de
la tercera dimensión. Cada día desde que nacemos cada minuto que pasa nos va
haciendo viejos.
El emprendedor ve con ansiedad cómo el tiempo se agota
y no logra cumplir todas sus metas. Los jóvenes viven con prisa. Usamos
sofisticados relojes de pulsera para poder estar siempre a la hora acordada.
Desde pequeños aprendemos que la puntualidad es una
virtud de los reyes. También nos enseñan que no somos dueños del tiempo de los
demás y es de poca educación llegar tarde. Estas formas de vivir tan enfocadas
a Cronos terminan volviéndonos vulnerables a él.
Imaginemos un día de viaje para encontrarnos con
alguien que amamos. Subimos al avión y desde la ventanilla disfrutamos la
vista. Nos sirven un refresco con unas galletas y vemos las nubes a 35,000 pies
de altura.
En eso un aviso de la cabina de pilotos: Debido al mal
tiempo el vuelo será desviado y todos los vuelos de conexión se van a perder.
El viaje, en lugar de durar 1.25 horas, ahora va a
durar 8. Un pasajero se desespera: él quería que todo saliera según lo planeado
y ahora sus expectativas fueron estropeadas por el mal clima.
La vista panorámica ahora se ve desesperante. El viaje
se ha vuelto horroroso.
Sin embargo, otro pasajero a bordo pensó: estoy libre
de mis obligaciones así que usaré este tiempo para aprender otro idioma.
Alguien más aprovechó ese tiempo para platicar con su
esposa de temas divertidos. ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? Aquel que
trata de controlar las cosas que no puede está condenado a la frustración.
Por otro lado, el que disfruta y agradece cada minuto
de su existencia se escapa de las garras de Cronos.
La diferencia entre la abundancia y la miseria está en
siempre tener una actitud de agradecimiento.
