El Senado de México aprobó en una sesión de urgencia, y entre fuertes críticas de la oposición, una reforma a la Constitución que busca asegurar la “impugnabilidad” de las modificaciones a la carta magna. Con cambios en los artículos 105 y 107, esta iniciativa tiene como objetivo impedir que el poder judicial pueda revertir reformas que Morena, el partido gobernante, y sus aliados han impulsado gracias a su mayoría en ambas cámaras legislativas tras los comicios de junio. La reforma, que deberá ser ratificada por la Cámara de Diputados, fue recibida con fuertes protestas por parte de los senadores de oposición, quienes expresaron su desacuerdo con consignas y carteles de “No a la dictadura”.
La presidenta Claudia Sheinbaum, principal aliada política del expresidente Andrés Manuel López Obrador y defensora de la iniciativa, destacó en su conferencia de prensa que la medida representa la voluntad del pueblo y rechazó cualquier acusación de autoritarismo. “Autoritarismo, ¿de dónde? Si se pueden manifestar libremente, están en todos los medios de comunicación hablando”, señaló Sheinbaum, defendiendo el respaldo de Morena a los cambios constitucionales y argumentando que reflejan la fortaleza del pueblo mexicano.
Uno de los cambios más polémicos incluidos en este paquete de reformas es la renovación del sistema judicial mediante la elección popular de jueces y magistrados, una medida que ha generado preocupación en los mercados y ha impactado negativamente en el valor del peso mexicano. Las empresas financieras también han advertido sobre el riesgo que estas decisiones podrían suponer para la calificación crediticia de México. Según Banco Base, la reforma “para blindar reformas constitucionales” aumentaría la posibilidad de recortes en la calificación crediticia debido al deterioro del perfil institucional del país. Monex Grupo Financiero indicó que, aunque el peso está viéndose afectado principalmente por factores políticos locales y el entorno electoral en Estados Unidos, estas reformas constitucionales han generado incertidumbre en los mercados.
A pesar de las preocupaciones y reacciones tanto nacionales como internacionales, la mayoría en el Senado permite a Morena y sus aliados avanzar con sus iniciativas, consolidando una base para continuar sus reformas sin intervención judicial. La medida pone a prueba la estabilidad institucional de México y sigue generando un fuerte debate en el país sobre el balance de poderes y la autonomía judicial frente a una administración que busca transformar profundamente el marco legal y constitucional.
