El río Negro, el afluente más extenso de la cuenca del Amazonas y uno de los mayores ríos del mundo en términos de volumen de agua, ha registrado su nivel más bajo en 122 años. De acuerdo con el Servicio Geológico de Brasil, el 3 de octubre de 2024, el nivel del agua en el puerto de Manaos fue de 12,66 metros, significativamente por debajo de su nivel promedio de 21 metros. Este descenso es parte de una sequía severa que afecta la región amazónica y gran parte de Brasil.
La baja del río no solo ha afectado a las comunidades ribereñas, sino que también ha generado problemas graves para más de medio millón de personas en la región, quienes dependen del río para su sustento. El descenso del nivel del agua, que continúa empeorando, ha reducido la conectividad fluvial, dificultando el transporte de mercancías y el acceso a agua potable.
El gerente de hidrología, André Martinelli, ha informado que la tasa de descenso del agua ha disminuido en los últimos días, pero aún se proyecta que los niveles continuarán bajando hasta finales de octubre, exacerbados por la falta de lluvias en las zonas que alimentan la cuenca.