LO DEL OBISPO, UN MONTAJE
¿Qué haces reportero?, preguntó don Carlos R. a su compañero que escribía y borraba en un papel.
-Estoy redactando una nota, jefe, pero no encuentro el lenguaje adecuado; es más, no sé por dónde empezar y se supone que este es mi trabajo desde hace más de 56 años. Quiero recalcarle a la Iglesia que el silencio puede convertirse en pecado de omisión, como es el caso el caso del “Obispo desnudo” y a la vez preguntarle al Prelado por qué hasta ahora se ha quedado callado.
-A ver, reportero, ayer expusiste los hechos: Se pierde contacto con el señor Obispo Emérito de Guerrero Salvador Rangel, la Iglesia denuncia la desaparición, pasados dos días aparece el Prelado desnudo en un motel, drogado, etc etc dicen que estuvo acompañado de una persona, lo descubren los encargados del establecimiento, una ambulancia lo traslada a un hospital y la Fiscalía habla de un posible secuestro exprés.
-Es correcto don Carlos, pero yo veo dos posibles escenarios ante esa situación y en cualquiera de ellos la Iglesia debe dar la cara: el primero, que los hechos sean reales y el segundo que monseñor y todo el Episcopado Mexicano, la Iglesia Católica, sean víctimas de un montaje oficial para desacreditarlos a ambos, que han sido críticos del régimen. En cualquier caso la Iglesia debe hablar, el Obispo debe hablar, ya sea para aceptar la culpa o denunciar a sus detractores.
-Suena interesante esa teoría reportero, pero quién o quiénes pudieron hacer un montaje así y con qué fines.
-Es muy sencillo don Carlos. El Episcopado Mexicano ha sido crítico de la 4T y del señor Presidente López Obrador, le ha dicho que la SEP está en manos de un grupo de maxistas radicales, que sus propuestas de reforma electoral sobrepasaron lo burdo y lo absurdo y que abrían las puertas a la operación del narco en varias regiones del país.
La Conferencia Episcopal, don Carlos R., ha hecho un llamado al electorado mexicano a ejercer sus derechos de votar y eso, todos los sabemos, no abona a los intereses del gobierno el turno, y aquí veo la presencia de monseñor Rangel quien, recordamos, es el obispo mexicano de mayor impacto en medios porque se sentó a negociar la paz para Guerrero con capos de dos grupos de carteles antagónicos y obtuvo beneficios, lo que no ha hecho López Obrador.
-A ver, reportero, suena muy interesante tu teoría, pero suena a serie de Netflix.
-Y podría serlo, don Carlos. Supongamos que el día de la desaparición algún “contacto” le llama al Obispo, los cita en determinado lugar para darle información privilegiada, lo droga, lo lleva al motel, monta una escena que no puede ser más denigrante con condones, viagra, desnudos, el hombre que entra y sale, etc.
-Si, podría ser un montaje, no sería la primera vez que algo así ocurriera en México.
-Es correcto, jefe: presentan al mediador de la paz y crítico del gobierno como un disoluto sexual y de paso se llevan a la Iglesia entre las patas, y lanzan una advertencia contra todo aquel que se oponga al régimen de Andrés Manuel, incluida la Iglesia.
-Pues sí, reportero, sí parece una serie de Netflix y te compro esa posibilidad, sobre todo en estos tiempos electorales.
-Gracias, jefe, la idea de reconstruir ese perverso montaje no ha sido sólo mía, han colaborado mis amigos con sus opiniones. Yo insisto en que la Iglesia no ha tenido un manejo adecuado de esta crisis y su silencio contribuye al daño que pudieran causar los autores de ese desastre.
-Ya me retiro, reportero, quedamos pendientes y espero no te estés metiendo en broncas y que mañana vayas a pagar como el obispo.
-Nop, aquí tenemos a mi amigo Saidén que me cuida.
