Por Marco Antonio Cortez Navarrete
En días pasados el gobierno de México anunció la eliminación de exámenes de ingreso a nuevas universidades mientras que a las instituciones autónomas, cuyos parámetros educativos se basan en la calidad de sus programas y egresados, crecerán estrictamente en los campos de la docencia y la investigación.
Lo anterior se basa en las recientes declaraciones de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, en una de las conferencias del pueblo, acompañada de Mario Delgado, titular de la SEP; Raquel Sosa, responsable de las universidades Benito Juárez; y Rosaura Ruiz, Secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
La constructora del segundo piso de la 4T dio a conocer la creación de 330 mil nuevos lugares —a lo largo de su gestión— para estudiantes de educación superior, algo que representa una buena noticia.
Para tal fin la jefa del ejecutivo federal adelantó la eliminación de los exámenes de ingreso, al menos para los 330 mil nuevos espacios dejando en claro que “Los exámenes de admisión ya no serán un embudo” y justificó que “no es que los estudiantes no estén preparados, porque salen de instituciones públicas de educación media superior, de preparatorias, de bachilleres, de CONALEP”.
La mandataria sustentó que la SEP otorga un certificado que indica que las y los estudiantes están preparados para el siguiente nivel y afirmó que los exámenes se hacían y hacen con la idea de que saldrán profesionistas de excelencia.
“En realidad lo que hubo fue un cierre de la posibilidad de estudiar en universidades públicas y la única opción que le quedaba a las familias era la universidad privada —acusó al tiempo que subrayó que el Estado tiene la obligación de proveer educación, desde la inicial hasta el posgrado”.
Después de recordar sus inicios como luchadora social en el movimiento de estudiantes rechazados, Claudia Sheinbaum Pardo indicó que los 330 mil nuevos espacios serán para las universidades “Rosario Castellanos” (que se crearán en su gestión al frente de la Presidencia) y donde habrá 150 mil plazas y para la Universidad de la Salud —también proyecto de su gobierno— se abrirá un cupo de 25 mil plazas y otras 40 mil (que podrían ser aún más) para las universidades para el Bienestar “Benito Juárez” (creadas en el régimen de López Obrador), 85 mil más para el Tecnológico Nacional de México y 30 mil para el Instituto Politécnico Nacional.
En este sentido vale la pena recordar que de acuerdo con el Ranking 2024, las mejores universidades de México —según 4ICU.org— son la UNAM, el Tecnológico de Monterrey, las universidades de Guadalajara y de Nuevo León y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). En esta tabla la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), está en decimocuarto lugar.
También vale la pena resaltar que según la jefa del gobierno federal hay 202 universidades Benito Juárez en zonas apartadas del país, y en este punto, datos de la propia SEP señalan que en Yucatán este modelo de institución se ubica en los municipios de Izamal, Piste, Sotuta, Ticul, Tekax y Valladolid, sin embargo, un servidor desconoce su matrícula de estudiantes, número de docentes, programas educativos y el porcentaje de egresados y su inserción a los mercados laborales.
En este mismo renglón, Raquel Sosa, directora de las 202 universidades “Benito Juárez García”, dijo que el objetivo de estas casas de estudios es garantizar que “grupos vulnerables como madres solteras o habitantes de pueblos originarios tengan acceso a la educación”.
Aseguró que las universidades Benito Juárez tienen una matrícula global de 71 mil 572 estudiantes y afirmó que ya egresaron tres mil 664 personas de las cuales cuatro mil 91 se han titulado (no dijo en qué sectores productivos trabajan).
Otro abordado por Sheinbaum es que para el ciclo escolar 2025-2026 “la gratuidad se extenderá al Tecnológico Nacional de México y al Instituto Politécnico Nacional” haciéndolas similares a las universidades “Rosario Castellanos” y la Universidad de la Salud (UNISA) y adelantó que todas estas se convertirán en instituciones nacionales.
Las dos primeras universidades “Rosario Castellanos” fuera de la Ciudad de México se edificarán en Comitán, Chiapas, y en Tijuana, Baja California, y la convocatoria para inscripción de estudiantes y contratación de docentes comienza este mes de noviembre con el objetivo de que en marzo de 2025 ingrese la primera generación en ambos estados.
Por último, vale la pena mencionar que la Presidencia de México adelanta que para todas estas nuevas universidades —incluyendo la educación básica— habrá un presupuesto de 5 mil millones de pesos y que la Secretaría de Humanidades, Ciencia, Investigación e Innovación será la responsable de las universidades Rosario Castellanos, no la SEP, como seria lo lógico.
Respecto a las universidades autónomas, la presidenta de la República adelantó que se establecerá contacto para ver qué capacidad tienen para crecer y solo pondrá recursos dedicados a la docencia y a la investigación, no a la burocracia.
PD. Preguntas: ¿La masificación afectará la formación y calidad educativa?. ¿Cuál será el futuro de las más de cien universidades e instituciones de educación superior afiliadas a la ANUIES?. No se, lo dejo aquí para su revisión y análisis.
Hasta la próxima