Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, negó las acusaciones de que la mayoría calificada obtenida por Morena en el Congreso representa una dictadura. En respuesta a críticas que señalan la concentración de poder en su partido, Sheinbaum subrayó que su lucha desde joven ha sido por la democracia y el respeto a las instituciones. Afirmó que Morena buscará fortalecer la democracia, garantizando que el poder legislativo refleje la voluntad del pueblo, y no imponiendo una agenda autoritaria.
Sheinbaum hizo hincapié en que la mayoría calificada de Morena no debe interpretarse como un riesgo para la democracia, sino como una oportunidad para avanzar en reformas necesarias que beneficien a la mayoría de los mexicanos. Destacó que el objetivo de su gobierno será seguir promoviendo la justicia social y la igualdad, sin comprometer los principios democráticos.
La presidenta electa también respondió a las preocupaciones sobre la posible erosión de la pluralidad política, asegurando que su administración respetará el diálogo y el debate, permitiendo que todas las voces sean escuchadas en el proceso legislativo. Sheinbaum reiteró su compromiso con la transparencia y la participación ciudadana como pilares fundamentales de su gobierno.
Este posicionamiento se produce en un contexto de tensiones políticas, donde la creciente influencia de Morena en el Congreso ha generado debate sobre el equilibrio de poderes en México. Sheinbaum insistió en que su administración no buscará concentrar poder, sino más bien utilizar la mayoría legislativa para impulsar reformas que reflejen los intereses y necesidades de la población.
