La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, emitió este martes una respuesta oficial a los señalamientos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien firmó un decreto clasificando al fentanilo como “arma de destrucción masiva” y una amenaza de seguridad nacional. La medida de Trump ha marcado una escalada en la política antidrogas de ese país, permitiendo a agencias federales y militares ampliar sus acciones contra redes de tráfico de drogas y cárteles vinculados al ingreso de esta sustancia sintética a territorio estadounidense.
Al ser consultada sobre esa postura, la mandataria mexicana subrayó que en el diálogo bilateral es indispensable reconocer los retos internos que enfrenta Estados Unidos relacionados con el consumo de drogas. Sheinbaum afirmó que “EE. UU. debe reconocer que tienen un problema grave de consumo de droga”, destacando que el enfoque no debe centrarse únicamente en México como origen o responsable de la crisis.
La presidenta también ha reiterado que no habrá una intervención extranjera en el país. En diversos pronunciamientos ha sostenido que “no va a ocurrir una intervención” de Estados Unidos en territorio mexicano, aun cuando las tensiones diplomáticas se intensifiquen por temas de seguridad y narcotráfico.
El señalamiento de Trump ha generado preocupación en sectores de la comunidad internacional y entre especialistas, quienes han cuestionado el uso de una clasificación tan severa para un opioide, además de poner en duda la evidencia de que el fentanilo sea utilizado como un arma en el sentido tradicional.
Por parte de México, la respuesta oficial se ha centrado en subrayar el compromiso del país con el combate al tráfico de drogas y en destacar que este es un problema compartido por varios países. La relación entre ambas naciones, si bien enfrenta momentos de tensión, continúa con canales de comunicación abiertos, establecidos para abordar temas de seguridad, comercio y cooperación fronteriza.
Sheinbaum ha enfatizado en diversas ocasiones que los esfuerzos de México buscan tanto la seguridad interna como la colaboración internacional, sin embargo, ha solicitado que Estados Unidos reconozca también sus propios desafíos en el consumo y demanda de sustancias como el fentanilo.
Este intercambio de posiciones ocurre en un momento en que las relaciones entre México y Estados Unidos están bajo escrutinio público debido a diversas políticas migratorias, arancelarias y de seguridad que han marcado la agenda bilateral durante 2025.
