La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que realizará una visita relámpago a Washington esta semana con el objetivo de asistir al sorteo del FIFA World Cup 2026. Será en este contexto donde se producirá —por primera vez en persona— un encuentro cara a cara con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como una reunión con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, dado que los tres países coorganizan el torneo.
La mandataria explicó que viajará este jueves por la noche a Washington en un avión oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional, debido al ajuste de tiempos. Su participación en la ceremonia del sorteo será simbólica y breve: solo se definirá qué grupo le corresponde a México, en un evento que durará apenas unos minutos. Además del sorteo, Sheinbaum planea reunirse con miembros de la comunidad mexicana en Estados Unidos.
Uno de los temas centrales del posible diálogo con Trump será la revisión del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), del cual —aseguró la presidenta— se revisará el contenido, pero “no se trata de su expiración”. El contexto de este encuentro no es menor: sucede en medio de tensiones por políticas migratorias, seguridad, aranceles y disputas comerciales, principalmente desde que la administración estadounidense impuso gravámenes a exportaciones mexicanas en 2025.
Con su presencia en el sorteo y este primer cara a cara con Trump, Sheinbaum busca proyectar una imagen de unidad entre los países anfitriones del Mundial, así como avanzar en negociaciones económicas sin sacrificar la soberanía de México. Como ella misma declaró, más allá del evento deportivo, lo que motiva su viaje es “estar los tres países juntos en un escenario de paz, de unión”.
Este empalme diplomático —mezcla de deporte, acuerdos comerciales y política internacional— adquiere especial relevancia al convocar a los mandatarios de tres naciones con relaciones complejas en la coyuntura actual. La forma en que transcurra este primer contacto personal entre Sheinbaum y Trump podría marcar el rumbo de negociaciones bilaterales clave en los próximos meses, especialmente en torno a comercio, migración y cooperación regional.
