Por: Marco Antonio Cortez Navarrete
Siempre lo digo y repito: Dependiendo del nivel de seguridad
que hay una entidad federativa es reflejo de su desarrollo económico, político
y social.
Esta definición es con base en lo registrado el martes 22 de
este mes cuando las autoridades de los tres poderes del estado se unieron y
celebraron junto con los traga humos su Día del Bombero, en este caso,
dependencia de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública (SSP).
Solamente recordar que los bomberos de Yucatán, de todo el
país e incluso del mundo, son servidores públicos capaces de ofrendar sus vidas
para salvar otras sin esperar nada a cambio.
Con esta efeméride, recuerdo también, la celebración del Día
del Policía, otro segmento de servidores públicos y seres humanos, así como
usted y yo, con defectos y virtudes, pero que tienen la enorme responsabilidad
de mantener la paz y el orden aplicando las leyes creadas para estos fines.
La hipótesis que planteó hoy en esta colaboración para La
Revista Peninsular radica en que los elementos de la SSP son más que esenciales
para mantener la paz y el orden porque sin paz y sin orden no habría
posibilidad alguna para el desarrollo económico, político y social, y con esto,
estancamiento den los programas educativos vitales para los jóvenes locales y
también para quienes vienen de otros estados e incluso del extranjero, y de
manera especial incertidumbre y ausencia de miles y miles de turistas que
visitan Yucatán para disfrutar la cultura, la naturaleza y sobre todo la
amabilidad de los habitantes.
Reitero que sin seguridad no habría futuro, mucho menos
inversiones y aún menos empleos. En un estado inseguro todos huyen y las
cortinas y las puertas miles de empresas y negocios se cierran desarrollándose
una espiral de desempleo y lo peor aún, pérdida de vidas humanas, de hombres y
mujeres de todas las edades y condiciones sociales y económicas.
Tal vez y con toda certeza usted piensa en los ilícitos e
irregularidades en las incurren algunos elementos de los cuerpos de seguridad,
no hay duda, sucede aquí y en todas partes del mundo. Recuerde que hay gente
buena y gente mala, pero estoy seguro que es mucho mayor el número de gente
buena, al menos en nuestra entidad.
Y es por esto que considero que si Yucatán está hoy donde
está es porque tiene elementos dedicados a la seguridad con un espíritu de
identidad y de pertenencia. Son elementos que nacieron en esta tierra así como
sus padres, abuelos y demás ancestros y que tienen esposa e hijos que vieron
también por vez primera el cielo yucateco. Pienso que en la medida que los
cuerpos de seguridad pública continúen integrándose en un alto porcentaje por
locales, en esa misma medida continuaremos disfrutando de esta paz que en
envidia de muchas y de muchos.
Nada es perfecto, pero sí perfectible, y aunque digamos o
pensemos que no, dolerá el día que el jefe de la policía se retire; será
entonces cuando entendamos la importancia de ser oriundo de esta tierra y del
compromiso adquirido al decidir manteniendo la paz y el orden. Celebro pues la
reunión del gobernador con rectores de las universidades públicas y privadas
para impulsar el otorgamiento de becas a los hijos de los cientos de policías
que hay en Yucatán, es algo único e inédito y hasta el mismo presidente
reconoce una y otra vez que en Yucatán se respira solidaridad, trabajo
conjunto, identidad con nuestras raíces y ante todo y primero que todo el
orgullo de ser yucateco.
PD. No es causalidad el izamiento de la bandera yucateca y
esperemos que el himno cuya letra pertenece a José Jacinto Cuevas, trascienda
cada vez más en los corazones de las nuevas generaciones porque de ellos será
el futuro del estado.
Hasta la próxima.
