Por: Cristina Padín
Llegaría en barco. Procedente de España. Y el niño que vivía
en una hermosa aldea de Galicia lo sabía. Sus tíos habían trabajado allí, en
Holanda, y se lo contaron. De hecho cada año le dejaba a él un obsequio. Le
agradecía su afecto y respeto.
El niño llevaba años recibiendo un regalo.
Por tanto sentía que ya tenía cierta confianza con SinterKlass.
El ser mágico y entrañable que llega con la ilusión cada noche de 5 de
diciembre a tierras holandesas. Le escribió una carta.
Cariñosa. Le contó cosas. Pidió un obsequio para V y para B
y para M..
SinterKlass trabajó toda la noche en Holanda. Con su ayudante:
Pedro. Y también cubrió de emociones hogares de España, de Italia, de Marruecos…
Paquetes y cajas muy bonitas aparecían en salones y balcones.
Dejó una carta preciosa al niño. Y un libro, era gran lector,
y un juego de trenes. A V le dejó un pensamiento en la cabeza: la bondad. Que
presumía de ella pero la evitaba. A B pinturas para su arte, a M una novela
taurina.
SinterKlass veía muy bien el interior.. y no dejaba regalos inmerecidos..
A Holanda, mi tierra natal, feliz SinterKlass
A mi familia, que adora esta fecha
A los regalos
A las personas bondadosas.. no abundan.. V no existe pero
podría ser cualquiera que presuma mucho de generosidad y la ejerza poco M y B
existen.. son amigos y son divinos
Al toreo y a la literatura taurina
A Alex
Al arte
A la ilusión
A aldeas gallegas y a niños de aldeas gallegas
A Grethel
A Luis