… sonaba voz ronca, bonita, terciopelo en tan bella tarde de toros… “Aire que viene del cielo con esta muleta…” cantar flamenco en alma y piel andaluzas y agitanadas, esencia de ole… pureza y pasiòn…
Soñándose un sueño torero en aquella ciudad de solera y arte a la que el toreo ofrecía tanto!
Era un sueño: era un cartel soñado, imposible, pero los sueños sí pueden soñarse…
Eran la muleta estoica de Manolete, eterno en su quietud cordobesa. La bohemia natural de José María Manzanares, ole la flamenquería! La etérea cadencia de David Silveti, en su latido añorando el cante de Nano de Jerez…
Eran el capote de inquietud zalamera y única de Morante de la Puebla, de la Puebla y del pueblo en su estampa. La verdad de Juli, ojos de sabiduría y sonidos aflamencados… Esa magia de Talavante, ese ole Ale ole…
Y como el sueño era así la tarde iba bien, iba muy bien. Estaba llena la plaza, abanicos de rosas y colores vivos danzaban en el calor de junio… y la belleza torera de cada luz de cada vestido sabía a gloria y a historia…
Después sonò La tarde es caramelo…
Dedicado a cada persona con un sueño torero
Dedicado a cada persona mencionada
Dedicado al toreo
Dedicado a flamencos y amantes del flamenco
Dedicado a mi niño Luis!