El gobierno de Taiwán pidió disculpas el lunes a los pueblos aborígenes
de la isla por los 400 años de conquista y colonización a los que
fueron sometidos.
A
nombre del gobierno, la presidenta Tsai Ing-wen explicó que es
necesario enfrentar hechos históricos difíciles para avanzar como
sociedad.
Agregó que su gobierno deseaba “tomar un paso adicional” y ofrecer “una total disculpa”.
“Si
deseamos declarar que somos nación unida, necesitamos enfrentar estos
hechos históricos. Necesitamos enfrentar la verdad. Más importante aun,
el gobierno debe reflexionar verdaderamente sobre sí mismo y es por eso
que hoy estoy parada aquí”, dijo Tsai en una ceremonia realizada en el
edificio de la oficina presidencial en la capital, Taipéi.
Se
establecerá una “comisión sobre justicia y justicia histórica” para
tratar los problemas del pasado, agregó la presidenta. Tsai habló en el
día nacional de honor a los pueblos aborígenes de Taiwán, enfrente de
representantes de las 16 tribus nativas oficialmente reconocidas en la
isla.
Taiwán
fue habitado por una variedad de tribus durante miles de años, antes de
que colonizadores holandeses comenzaran a importar trabajadores chinos
en grandes cantidades durante mediados del siglo XVII.
Los
holandeses fueron expulsados de la isla por el corsario chino Koxinga,
cuyos sucesores fueron derrotados después por la dinastía Manchu Qing
como parte de su conquista de la mayor parte de China. Fue administrada
sin mucho cuidado desde el territorio continental hasta 1885, cuando se
convirtió en provincia bajo presión extranjera. Japón la convirtió en
colonia en 1895.
Al
final de la Segunda Guerra Mundial, Taiwán fue entregada a la República
de China de Chiang Kai-shek, cuyo gobierno se reubicó a la isla en 1949
tras salir de China bajo presión de las fuerzas comunistas de Mao
Zedong.
Tsai
fue elegida en enero, lo que ha tensado las relaciones de la isla con
China, que alega que Taiwán es territorio suyo desde tiempos
ancestrales. La visión que Tsai tiene de Taiwán choca con Beijing, que
cree que la isla siempre ha sido parte inherente de China y
eventualmente debe ser integrada al territorio continental, por la
fuerza si es necesario.