A sus 16 años, Teo Gertler ya es un fenómeno en el mundo de la música clásica. Nacido en Eslovaquia en una familia húngara, debutó como prodigio a la edad de ocho años, cuando fue catalogado como un “Wunderkind” por su increíble destreza con el violín. Hoy, con una carrera internacional en pleno ascenso, Gertler sigue cosechando premios y haciendo historia en escenarios de todo el mundo, compartiendo el escenario con artistas de la talla de Plácido Domingo y Andrea Bocelli. Este domingo 17 de noviembre, se presentará por primera vez en Argentina, ofreciendo el Concierto para violín y orquesta de Johannes Brahms junto a la Sinfónica Juvenil Libertador San Martín.
El joven violinista, que toca un violín Guarneri de 1681, ha sido reconocido por su talento excepcional y su profunda comprensión musical. En una reciente conversación con LA NACION desde Oxford, donde estudia en la St. Clare’s School, Gertler habló sobre la transición del niño prodigio a artista adulto, un proceso que ha sido desafiante. A pesar de las dificultades de la adolescencia, el violinista ha logrado mantener su dedicación a la música, destacando que la experiencia de tocar frente al público sigue siendo la mejor recompensa por su arduo trabajo.
El motivo de su visita a Argentina surgió gracias a la conexión de su profesora de la Academia Liszt, Mariánna Toth, quien tiene vínculos con el país. Gertler se mostró emocionado por interpretar el Concierto de Brahms, una de sus obras favoritas debido a su perfección musical y su complejidad técnica, que para él representa la culminación del arte del violín.
A pesar de su apretada agenda académica en Inglaterra y Hungría, Teo no se deja intimidar por las exigencias de su formación, combinando estudios secundarios con su intensivo entrenamiento en música. Sin embargo, reconoce que a veces la carga es pesada, pero que el desafío de seguir adelante en esos momentos difíciles forma parte de lo que lo impulsa a continuar.
El violín Guarneri que utiliza Gertler le fue otorgado en préstamo gracias a una serie de eventos auspiciados por la Embajada de Eslovaquia, lo que le permitió tocar una pieza de Paganini en ese prestigioso instrumento. Esta oportunidad fue un punto de inflexión en su carrera, y él la describe como una verdadera “sorpresa” de la vida.
Con sueños que abarcan tanto la música como la ciencia, Teo Gertler tiene grandes planes para el futuro. Su meta es tocar en los escenarios más prestigiosos del mundo, como el Metropolitan de Nueva York, la Filarmónica de Berlín y la de Londres, y ser parte de las grandes orquestas internacionales. Pero más allá de la música, su pasión por la química también lo motiva a seguir explorando sus intereses académicos, con la esperanza de algún día convertirse en investigador y hacer aportes significativos en ese campo.
Teo Gertler, un joven virtuoso que ya ha conquistado el mundo, sigue buscando nuevas formas de desafiarse y crecer, manteniendo vivo el espíritu del prodigio mientras se prepara para una carrera llena de logros y nuevas sorpresas.