El Terence Crawford ha sido despojado del título supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) debido a un incumplimiento administrativo: no pagó las tarifas de sanción correspondientes a sus dos últimas peleas, incluida la victoria histórica sobre Canelo Álvarez.
Según lo señalado por Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, “se había reducido la cuota del 3 % al 0.6 %” — equivalente a unos 300 000 dólares dada la bolsa millonaria de Crawford — pero aun así el pugilista y su equipo no realizaron el pago ni respondieron a múltiples comunicaciones del organismo.
El CMB notificó que, ante la falta de acuse de recibo o respuesta, se vio forzado a declarar vacante el cinturón. Con ello, el estatus de campeón indiscutido de Crawford en la división supermediana quedó oficialmente en entredicho, aunque él conserva los otros títulos de la AMB, OMB y FIB.
En reacción al anuncio, Crawford criticó duramente al organismo y cuestionó su legitimidad. Declaró que no considera relevante el cinturón del CMB y subrayó que prefiere mantener su estatus bajo la bandera de la publicación “The Ring”. Como consecuencia, el CMB ya ha ordenado un combate entre Christian Mbilli y Hamzah Sheeraz para definir al nuevo campeón supermediano, lo que abre un nuevo capítulo en esta división.
El caso marca un giro abrupto en el boxeo mundial: no por derrota, sino por obligaciones administrativas, el reinado de quien parecía imbatible queda interrumpido.


