En la pantalla, por: David Moreno.
Hubo una época en la que el planeta entero veía el basquetbol. Corría el
año de 1997 y no importaba si eras aficionado o no al deporte más hermoso y
emocionante que existe, simplemente cuando la televisión transmitía un partido
de los Toros de Chicago lo más probable era que te quedaras enganchado a la
pantalla. La razón: Un tal Michael Jordan, que saltaba a la duela cuando el
anunciador presentaba al número 23 proveniente de la Universidad de North
Carolina. Uno sabía que la magia estaba asegurada y durante los siguientes 60
minutos ibas a ver algo que en el interior sabías que era histórico e
irrepetible, que eras afortunado por ser testigo de como un jugador de
baloncesto desafiaba a la gravedad y a cualquier otra ley de la física para
convertirse en el atleta más dominante de la historia no solamente del
baloncesto sino muy probablemente de cualquier otro deporte.
Pero Jordan no estaba solo. La franquicia de los Bulls había tardado varios
años en construirse y alrededor de la estrella giraban varios planetas que
conformaban un armónico y bien estructurado sistema solar. Un sistema que era
sabiamente controlado por un tipo que quizá sea el mejor entrenador en toda la
historia del deporte ráfaga: Phil Jackson. Jackson se convirtió en el
prestidigitador que supo conducir con sapiencia y paciencia a un vestuario
conformado por jugadores con egos y características diferentes y lograr que
brillaran para alumbrar el camino de Jordan. Ahí estaban Scottie Pippen, Steve
Kerr, Toni Kukoc y el siempre polémico Denis Rodman. Un equipo que terminaría
marcando historia no solamente dentro del mundo del baloncesto sino, como he
tratado de explicar, en la historia de la cultura popular.
La historia ahora parece un tanto lejana. Han pasado 22 años desde aquel
legendario tiro de Jordan ante el Jazz de Utah para que los Bulls consiguieran
su sexto título en 8 años y para muchos de nosotros que fuimos testigos de
aquel momento, la imagen sigue siendo tan emocionante como lo fue en su
momento. Pero lo que entonces no sabíamos es que el equipo había permitido que
un equipo de filmación documentara todo el proceso, todo lo que tuvieron que
atravesar para llegar a ese sexto y, a la postre, último título de Jordan y los
Bulls. Dos décadas después ese material ha sido editado, se le han añadido
entrevistas con los miembros del equipo y con el propio Phil Jackson, con
jugadores rivales como Magic Johnson, Isaiah Thomas o Patrick Ewing,
periodistas deportivos como Bob Costas, políticos de la talla de Barack Obama y
personajes de la cultura popular como Oprah Winfrey y Justin Timberlake que
evidentemente buscan contextualizar lo que aquel equipo significó para el
deporte pero en general para muchos aspectos de la vida no solamente de los
Estados Unidos sino del Mundo entero. El resultado de todo este esfuerzo por
mostrar lo que fue una de las temporadas más complicadas y a la vez exitosas en
la historia de cualquier franquicia deportiva en el mundo se llama “The Last
Dance”, una miniserie dirigida por Jason Hehir un experimentado realizador de
documentales deportivos – vale mucho la pena ver lo que hizo con “André The Giant”
retratando la dolorosa vida de la estrella de la lucha libre – quien ha puesto
todo su talento al servicio de una de las más grandiosas leyendas del deporte,
una que incluye a un nombre que por si sólo es legendario y cuyo legado ha
podido traspasar cualquier tipo de barrera generacional.
Originalmente la miniserie documental iba a estrenarse en el mes de junio,
pero los directivos de ESPN – cadena que transmitirá The Last Dance en los
Estados Unidos – han decidido mover el estreno al 19 de abril. Una decisión que
tiene que ver con la actual contigencia sanitaria que se vive en el mundo y que
ha apagado las luces de los escenarios deportivos en todo el planeta. La falta
de eventos deportivos urge entonces a llenar ese espacio con programación
original y espectacular y es por ello que se ha adelantado la emisión de la
serie. Para el resto del mundo Netflix será la plataforma por la cual podrá
verse el documental con la salvedad que los 10 capítulos se estrenarán un día
después de que lo hagan en los Estados Unidos.
El mundo pasa ahora por uno de los momentos más complejos de su historia.
El regresar a una época en la que Jordan y los Bulls escribían una épica
inigualable puede significar un respiro de inspiración ante la incertidumbre
por la que todos estamos atravesando y en el que las historias de éxito pueden
motivarnos para enfrentar mejor a los días raros.
