El cantante y actor Justin Timberlake se declaró culpable de conducir en estado de ebriedad, un cargo menor, tras un incidente ocurrido en junio de este año en los Hamptons, Nueva York. Timberlake fue arrestado después de que la policía lo detuviera por no respetar una señal de alto y conducir fuera de su carril. Según los informes, el cantante mostraba signos de intoxicación, incluyendo ojos inyectados en sangre y dificultad para caminar.
Durante el juicio, Timberlake aceptó un acuerdo de culpabilidad para evitar cargos más graves. Fue condenado a pagar una multa de 500 dólares, realizar entre 25 y 40 horas de servicio comunitario y participar en un anuncio público sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol. Además, su licencia fue suspendida por 90 días. En sus declaraciones, Timberlake mostró remordimiento por sus acciones, afirmando: “No estuve a la altura de los estándares que trato de tener para mí mismo” y aconsejó al público evitar conducir después de beber.
El incidente tuvo lugar después de que Timberlake saliera de un bar poco después de la medianoche. Aunque inicialmente se negó a realizar la prueba de alcoholemia, finalmente decidió aceptar su responsabilidad. Esta confesión le permitió eludir una posible sentencia de prisión.