Por: Marco A. Cortez N.
Y de repente, todo calló. En las principales avenidas, glorietas y calles de Mérida, por arte de magia, ya no están las decenas de jóvenes ondeando banderas, entregando impresos, regalando cubrebocas, gorras, lápices, plumas, etc.
Hoy en Mérida y el interior del estado amanecieron diferente, distinto, con una paz que ya se extrañaba, aún en esta época de pandemia.
Sin embargo, como secuela de 55 días de campañas electorales, surgieron otras presencias, otras voces, esta vez en las plataformas digitales.
Nuevos actores adelantan ya pronósticos, proyecciones e incluso nombres de quienes finalmente serán ganadores del proceso electoral este domingo 6 de junio.
Infografías, estadísticas, opiniones, comentarios, etc, etc, etc,. Pero todo ya está dicho; todo ya está hecho.
Ahora son los ciudadanos quienes tienen un lapso previo para analizar a profundidad, con detalle, tiempo y paciencia a quién o a quiénes le darán su voto de confianza para hacerse cargo del presente y del futuro de su ciudad, de sus municipios y del Poder Legislativo Estatal y también Diputaciones Federales.
Hoy la decisión ya está en manos de los votantes quienes tenemos de nueva cuenta la oportunidad para decidir si seguimos como estamos, viendo firme hacia adelante, o regresamos una vez más al inicio dándole de nuevo la oportunidad a otros protagonistas.
Esta es una decisión que cada ciudadano tendrá en sus manos. Las piezas oratorias, caminatas, propuestas, propaganda…ya es historia. Hoy el valor de todo se centra el las boletas, hoy la libertad de plasmar nuestra decisión se materializa, se concreta y se hace realidad.
Ya todos los candidatos hablaron, se mostraron, explicaron, dijeron, fundamentaron; en fin, hicieron de sus campañas las plataformas que consideraron para tratar de convencer a los yucatecos en lo que será inédito proceso, marcado, y así seguirá, por un escenario que jamás se olvidará y que ha dejado profundas heridas donde muchas de ellas jamás cicatrizarán.
No obstante y a pesar de todo, la vida continúa, y la convivencia social resulta fundamental para existir, trabajar y tener o adquirir al menos lo básico para subsistir. Es así que tenemos la obligación de salir, bien preparados y protegidos para cumplir con nuestra obligación y votar para bien de Mérida, sus municipios y para el bien de todo un país que, según expertos en temas políticos, y medios de comunicación nacionales e internacionales, ya está en franca autocracia.
Finalmente, tocará a los árbitros del proceso cuantificar los votos que recibió cada candidato y al cabo de un periodo establecido señalar quien/quienes son y/o serán los responsables de los avances, de los retos, de los problemas y sobre todo de los retrocesos de nuestra tierra: Yucatán.
PD. Una cosa sí es cierta, y espero y hago votos para que continúe así, es la paz social. En otros estados, como nunca, este proceso electoral se manchó de sangre: asesinatos, secuestros, agresiones, insultos ofensivos, etc., que hacen temblar al más pintado sobre todo por la frágil, muy frágil estructura política, económica y social que hoy mismo impera en el país, colgada con pequeñas pinzas de una muy delgada cuerda.
Hasta la próxima.
Si ya recibió su segunda dosis de vacuna, cuídese, porque esto (pandemia) no se acaba hasta que se acaba, como dijo el inolvidable Yogui Berra.
