El centrocampista uruguayo del Tottenham Hotspur, Rodrigo Bentancur, ha sido suspendido por siete partidos y multado con 100.000 libras esterlinas por la Asociación de Fútbol (FA) de Inglaterra, tras realizar un comentario racista sobre su compañero de equipo, Son Heung-min.
El incidente ocurrió en junio durante una entrevista en un programa de televisión uruguayo, donde Bentancur hizo comentarios despectivos sobre la apariencia de Son y sus supuestos familiares. Aunque el jugador negó las acusaciones, una comisión reguladora independiente consideró probada la infracción, resultando en la sanción impuesta.
En respuesta, el Tottenham Hotspur anunció que apelará la duración de la suspensión, argumentando que la sanción es excesiva. “Aunque aceptamos la declaración de culpabilidad contra Rodrigo por parte de la comisión reguladora independiente, creemos que la sanción subsiguiente es severa”, declaró el club en un comunicado.
La suspensión impedirá que Bentancur participe en importantes partidos de la Premier League, incluyendo enfrentamientos contra el Manchester City, Liverpool y Chelsea, así como en los cuartos de final de la Copa de la Liga contra el Manchester United.
Este caso ha generado comparaciones con situaciones similares, como la del jugador del Chelsea, Enzo Fernández, quien evitó una sanción de la FA por un incidente comparable debido a diferencias jurisdiccionales. Fernández realizó comentarios racistas mientras estaba en servicio internacional, lo que colocó el caso bajo la jurisdicción de la FIFA y la CONMEBOL, a diferencia de Bentancur, cuyo incidente ocurrió mientras no estaba liberado para deberes internacionales, situándolo bajo la jurisdicción de la FA.
La situación destaca la importancia de la conducta profesional y el respeto en el deporte, así como las implicaciones de las jurisdicciones en la aplicación de sanciones disciplinarias.
