Claroscuro, por: Francisco López Vargas.
La sorpresa del año no lo fue tanto: Carlos Miguel Aysa fue propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador como embajador de México en República Dominicana, mientras que durante los últimos meses de su gestión se hablaba ya de su inclusión en el gobierno federal.
Para los priistas del patio, Aysa negoció para “dejar ganar” a su sucesora de Morena, amiga del presidente, Layda Sansores San Román, quien se apresuró a desmentirlo tratando de justificar su escaso margen de triunfo, pero sus argumentos la pusieron en apuros.
Para el presidente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, promotor de Aysa, la aceptación del cargo diplomático -incluyó a Claudia Pavlovich, ex gobernadora de Sonora que también perdió con Morena- puede llevarlos a la expulsión porque fueron “autoridades emanadas del PRI”.
Sin embargo, en redes sociales la nominación de ambos exgobernadores priistas, en estados que tenían bajo su administración, les estalló en la cara: “El PRI y su militancia lograron que fueran gobernadores, pero le dieron la espalda y traicionaron a sus militantes y al partido por entregar sus estados a Morena. Vieron por su propio interés y no por el de su estado ni su gente”, les espetó Paloma Sánchez, secretaria de Comunicación del PRI.
Enrique de la Madrid Cordero señaló que “A mi me dan penita los exgobernadores y exgobernadoras que aceptan chambas en el servicio exterior mexicano acabando de perder elecciones en sus estados. Se ve mal, se presta a malas interpretaciones. ¿O no?”
Sin embargo, la vergüenza no es suficiente para narrar cómo, el que se dijo diferente, hoy está acreditando que puede gobernar con quienes decía que eran la mafia del poder, que eran los que había llevado al país al despeñadero y los nombra representantes de su gobierno ante otras naciones. ¿Ellos representan a su gobierno, a ese que dice que es el de la 4 Transformación?
Y a los que aceptan el nombramiento entiendo sus apetitos por el erario, pero ¿no les da penita -hay que ver si conocen ese sentimiento- participar en un gobierno que no da resultados y que está desmantelando el país que se le entregó?
Sin embargo, pareciera que tampoco se sonrojan cuando hay quienes creen que su aceptación de ese encargo diplomático no es más que la ratificación de que traicionaron a su partido, a la militancia que los eligió -a Aysa lo rechazó el electorado en su natal Palizada- y confirman así que vendieron las posiciones y con su encomienda lo están reconociendo. ¡Pena ajena la exhibida de todos!
Y a la vorágine de comentarios se unió el ex candidato del PRI a gobernador por Campeche, Christian Castro Bello y, en amplia carta terminó categórico: “¡Qué barato le salió a Morena! ¡Recibieron Campeche a cambio de una embajada!”
Y con ello dio por ratificado que el nombramiento lo recibió Aysa en pago por su traición electoral.
La realidad es que en Campeche más de un priista acusó a Aysa de haber pactado la derrota después del apretado triunfo electoral de Sansores, quien si hubiera ido solo con Morena no hubiese logrado la victoria que, en su caso fue por escaso margen.
Los nombramientos de López Obrador como embajadores y cónsules no sólo generaron polémica en Campeche sino que también en el país. Pedro Salmerón, quien también fue nombrado pero él como embajador en Panamá recibió una andanada de críticas de colectivos feministas contra quien pesan varias acusaciones de acoso sexual, amén de su falta de curriculum en el servicio diplomático como sucedió con más de la mitad de los incluidos en la relación que dio a conocer la Cancillería.
Colectivos conformados por feministas de universidades y ex alumnas de Salmerón, lo acusan desde hace años de acoso sexual un puñado de sus alumnas, pero sólo hay una demanda formal.
Parlamento abierto de la reforma energética
Layda Sansores, gobernadora de Campeche por Morena, indicó que las áreas estratégicas de un país no están sujetas a los vaivenes del mercado, por lo que se defienden arriesgando la vida.
Comentó que los precios en subasta son mayores que en el mercado, lo cual es un asalto que se hace bajo las mentiras de que bajaría el costo o que solo ellos (los privados) podrían producir energías limpias.
Puntualizó que la explotación de litio debe ser administrada por el Estado y dijo que los empresarios son fundamentales en el desarrollo de México, pero deben actualizarse los contratos ante una nueva realidad política, por lo que no se les está dejando en la calle.
“Hemos soportado el saqueo y la mentira, ver cómo desmantelan a hachazos el patrimonio, pero la reforma a la Constitución tiene sabor a reivindicación y justicia social”.
Esa fue la intervención de la gobernadora campechana que, en su discurso, ratificó que en esa discusión hacen faltan más expertos y menos políticos que, como hace el presidente, engañan a la gente hablando de un tema que necesita muchas explicaciones para entenderlo.
Los mexicanos necesitamos energías limpias y hoy, las que tenemos son malas y caras y así será cuando CFE se convierta, de pasar la reforma, de nuevo en un monopolio.
Hay que dejar de lado la ideologización y el dogma y explicarle a la gente el por qué se les engaña.
